En un movimiento que ha generado sorpresa y preocupación en partes iguales, la Comisión Europea ha lanzado una recomendación oficial a todos los ciudadanos de la Unión: “prepararse para una posible situación de emergencia manteniendo en casa un kit de supervivencia suficiente para al menos 72 horas”.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia de resiliencia civil, orientada a hacer frente a potenciales crisis como apagones eléctricos, catástrofes naturales o ciberataques de gran escala que puedan interrumpir los servicios esenciales (como parte de las múltiples amenazas a las que se expone la UE. La propuesta no responde a una alarma concreta, sino a un enfoque preventivo ante un contexto internacional cada vez más inestable.
Desde Bruselas se insiste en que la preparación individual juega un papel clave en la seguridad colectiva, es decir, en momentos de emergencia, cada ciudadano de la UE debe capaz de cuidar de él, por lo que recomendación es disponer de agua potable, alimentos no perecederos, una radio, pilas, linternas y medicamentos básicos puede marcar la diferencia en las primeras horas de una emergencia. Este llamamiento, inédito en su alcance, invita a repensar la relación de los ciudadanos europeos con la autoprotección y la gestión de riesgos.
Una recomendación sin precedentes: Bruselas apela a la autoprotección ciudadana con el kit de supervivencia
La Comisión Europea ha lanzado un llamamiento inédito a los ciudadanos de los países miembros: “prepararse para afrontar situaciones de emergencia manteniéndose autosuficientes durante al menos 72 horas”. Este aviso, recogido dentro de la nueva estrategia de resiliencia civil de la UE, pretende reforzar la cultura de prevención frente a posibles crisis que puedan interrumpir los servicios básicos.
Las autoridades comunitarias instan a que cada hogar tenga listo un kit de supervivencia que permita afrontar cortes prolongados de luz, suministro de agua o acceso a alimentos. Bruselas no ha emitido una alerta concreta, pero subraya la importancia de asumir que los riesgos actuales, desde amenazas híbridas hasta fenómenos naturales extremos, requieren una ciudadanía más consciente y preparada.
El mensaje no solo está dirigido a gobiernos o entidades públicas, sino también a la población general (lo que ha generado alarma en la ciudadanía), que deberá asumir una mayor cuota de responsabilidad individual ante situaciones de colapso temporal. Esta medida se inscribe en una tendencia global que promueve la capacidad de protegernos como bloque en caso de emergencias, como primer escudo frente a contingencias de gran escala.
¿Qué debe incluir el kit de supervivencia de 72 horas según la UE?
La recomendación de la Comisión Europea no se limita a una advertencia genérica. El organismo ha detallado una serie de elementos clave que deberían componer el kit de emergencia doméstico, lo que ha incrementado la preocupación en los ciudadanos, ya que anteriormente se han hecho llamamientos de este tipo, pero no con tantos detalles. Entre los imprescindibles figuran agua potable para tres días (al menos 4 litros por persona al día), alimentos no perecederos, una linterna con pilas de repuesto, un botiquín de primeros auxilios, cargadores portátiles para móviles, una radio a pilas y documentación esencial.
También sugiere disponer de mantas térmicas, utensilios básicos y una pequeña cantidad de dinero en efectivo. Además de estos elementos físicos, las autoridades insisten en la importancia de estar informados y tener un plan familiar claro ante una eventual evacuación o confinamiento, siendo esta última palabra la que ha generado especial preocupación, ya que hizo recordar lo ocurrido con la pandemia COVID-19.
Sin embargo, y a pesar de especificar cada uno de los detalles del “kit de emergencia”, la idea no es generar alarma, sino fomentar una actitud preventiva que permita ganar tiempo hasta que los servicios de emergencia restablezcan la normalidad. La preparación doméstica de 72 horas, recalcan desde Bruselas, no sustituye la respuesta institucional, pero sí puede marcar la diferencia en los primeros momentos críticos de una crisis.
Ciberataques, catástrofes y apagones: los riesgos que motivan la recomendación del kit de supervivencia
La Comisión Europea ha enumerado una serie de amenazas emergentes que justifican esta recomendación, y entre ellas destacan los ciberataques a infraestructuras críticas, los fenómenos meteorológicos extremos y los apagones generalizados (tal como a en España, aunque continúen las investigaciones sobre las causas). Los últimos años han evidenciado una creciente vulnerabilidad de los sistemas eléctricos y de telecomunicaciones ante ataques digitales sofisticados o eventos naturales como tormentas, olas de calor o inundaciones (como la ocurrida en Valencia con la DANA).
La experiencia de países como Alemania o Francia, que han sufrido interrupciones importantes en servicios básicos, ha servido de advertencia para toda la región. A esto se suma un entorno geopolítico inestable (conflicto Rusia – Ucrania- Palestina – Israel) y la creciente preocupación por amenazas híbridas, acciones combinadas que mezclan sabotaje, desinformación y presión energética.
Bruselas asume que, en este contexto, ningún país está completamente a salvo y que la resiliencia debe comenzar por la preparación individual (familiar). La medida no responde a un escenario de pánico, (han insistido en aclarar), sino a un diagnóstico realista de los desafíos contemporáneos, donde el tiempo de reacción puede ser crucial para proteger vidas y garantizar el orden social en las primeras 72 horas de una crisis.
Entonces, ¿Qué debe incluir el kit de supervivencia de 72 horas?
Aunque la Comisión no ha definido una lista cerrada, muchos países ya han elaborado sus propias guías. Estas son las recomendaciones comunes más importantes:
- Agua potable: mínimo 1,5 a 5 litros por persona para tres días.
- Alimentos no perecederos: comida deshidratada, conservas, chocolate, azúcar, alimentos energéticos.
- Radio a pilas o dinamo: para mantenerse informado sin depender de la electricidad.
- Linterna y pilas de repuesto.
- Batería externa (power bank) y cargador portátil.
- Documentación personal (DNI, pasaporte) guardada en bolsa impermeable.
- Dinero en efectivo, ante la posible caída de sistemas bancarios.
- Hornillo de gas y encendedor.
- Botiquín de primeros auxilios con medicamentos básicos y personales.
- Ropa de abrigo, impermeable o térmica.
- Artículos de higiene: papel higiénico, toallitas, jabón.
- Cinta adhesiva y navaja multiusos.
- Extintor.
- Pastillas de yodo, en caso de accidente nuclear (según la zona).
- Material para entretenerse: juegos de mesa, baraja, libros.