La mala postura a la hora de jugar a videojuegos puede acarrear problemas serios para la salud

El llamado “Síndrome del ordenador” es cada vez más frecuente entre los jóvenes y adolescentes e implica dolor de espalda, resequedad ocular, tendinitis de palma o muñeca, problemas de visión, contracturas, obesidad, retención de líquidos y dolor de cuello.  Síntomas suficientes para dar la voz de alarma y concienciar a los jóvenes (y a sus padres).

Y es que pasarse horas sentado en un sillón frente a la televisión incluso en una silla frente al ordenador puede tener consecuencias para la salud y derivar en dolores de espalda que pueden llegar a ser crónicos. Los jugadores no pueden sostener la espalda contra el respaldo por la adrenalina que genera el juego, quieren ser partícipes en primera persona, por eso se encorvan y se acercan cada vez más y más a la pantalla.

Unos síntomas que, como explica el doctor Jose Nebot, jefe de traumatología de urgencias del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo de Castellón, “pasan factura a lo largo de los años. Lo principal es corregir las malas posturas en la juventud ya que, en caso contrario, vas a ser propenso a encorvarte a medida que te haces mayor y posiblemente padecerás muchos otros problemas como hernias discales lumbares o cervicales, ya que la columna vertebral y los hombros se resienten y el cuello se ve dañado”.
Según el doctor Nebot, “el daño se produce por estar inclinado hacia adelante o por mirar el teléfono o la pantalla de la TV por horas sin ningún tipo de ejercicio para contrarrestarlo, por eso es tan importante la higiene postural y la prevención”.

Otro factor a tener en cuenta además de la higiene postural, es “concienciar a nivel educativo y recomendar a los jóvenes la actividad aeróbica, salir a pasear o montar bicicleta o nadar”, .

Las pautas que recomiendan expertos en salud para evitar posibles patologías traumatológicas son:

– Mantener la espalda erguida y alineada, repartiendo el peso
– Talones y las puntas de los pies apoyados en el suelo, las rodillas en ángulo recto con las caderas, pudiendo cruzar los pies alternativamente.
– Sentarse lo más atrás posible, apoyando la columna firmemente contra el respaldo, que ha de sujetar fundamentalmente la zona dorso-lumbar.
– Evitar los asientos blandos, los que no tengan respaldo y aquéllos que nos quedan demasiado grandes o pequeños.
– Colocar el monitor frente a los ojos, a una distancia de unos 45 centímetros con la posibilidad de orientar e inclinar.
– Teclado y ratón deben estar a nivel de los codos por lo que un ajuste correcto del reposabrazos de la silla es muy importante para que no se produzcan lesiones.