La ciudad de Ontinyent (Valencia) ha sido testigo de una de las celebraciones más multitudinarias y espectaculares de su tradicional Entrada de Moros y Cristianos. Alrededor de 18.000 personas, entre festeros de las 24 comparsas, bandas de música y músicos, bailarines, extras o equipos de asistencia a las carrozas y espectáculos.
Ellos han desfilado este viernes en un evento que ha extendido su programa por más de ocho horas, desde las 18.00 hasta pasadas las 02.00 horas, llenando de «historia, fantasía, espectáculo y emociones» a miles de espectadores repartidos entre las avenidas Almaig y Daniel Gil.
El alcalde de la ciudad, Jorge Rodríguez, acompañado por la vicepresidenta de la Diputación de Valencia y primera teniente de alcalde, Natalia Enguix, y los concejales de la corporación, ha presidido el desfile desde la tribuna de autoridades, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado. Esta edición de la Entrada de Moros y Cristianos de Ontinyent se ha caracterizado por su carácter multitudinario y la riqueza de sus contenidos, que han cautivado al público asistente.
LAS CAPITANÍAS CRISTIANAS: UNA HISTORIA MARÍTIMA Y BANDOLERA
El hilo narrativo de los boatos de las capitanías de Marineros y Taifas ha estado marcado por una «importante presencia» de elementos marítimos, con representaciones de batallas navales, figuras históricas como la de Roger de Llúria y también mitológicas como el monstruo Leviatán o un llamativo ejército de soldados atlantes.
La capitanía de Marineros ha presentado una historia ambientada en la época de la Corona de Aragón del siglo XIII, donde el personaje principal vivía toda una serie de peripecias hasta desembocar en la figura de Lucía Gil, capitana del bando cristiano, quien ha aparecido en la popa de un gran barco acompañada por sus hijas.
Por su parte, la embajada cristiana de los Contrabandistas, con José Francisco Seguí como embajador y su hermano David Seguí como abanderado, ha recuperado la historia del bandolero Mariano Seguí Calatayud, ‘el gatet d’Otos’, y su amigo Francisco Mira, ‘Sitala’ en el siglo XIX. Esta representación ha predominado en carrozas ambientadas en la temática bandolera y con la figura del patrón de las fiestas, el ‘Morenet’.
LA ENTRADA MORA: DRAGONES, REYES DE TAIFA Y LA REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS
La entrada mora ha arrancado con otra capitanía vinculada al mar, en este caso de la mano de los Reyes de Taifa y la historia del ‘Dragón de Saphor’, Ali Iqbal y su ansia de venganza por la muerte de su hermano, el ‘león taifa Mujahid-Al-Amin’, sultán de la taifa de Dénia en el siglo XI.
Esta capitanía ha maravillado al público especialmente por sus bailes y por la sorprendente aparición de un dragón de ultratumba que abría al capitán moro, José Manuel Pardo, transformado en el ‘Dragón de Saphor’, Ali Iqbal.
Finalmente, el último de los cuatro boatos era el de la embajada de los Abencerrajes, con una representación planteada como «inclusiva, integradora y transversal» de la ‘Rebelión de les Alpujarras’ de Granada, la revuelta que bajo el liderazgo de Farax Aben Farax y Aben Humeya se inició en 1568 en respuesta a una pragmática antimorisca que prohibía la lengua, los libros o la vestimenta árabes.
Este boato ha tratado de «estimular los sentidos» del público con elementos como perfumes, la degustación de dulces del siglo XVI y bailes que han buscado la involucración de los espectadores, todo ello en un ambiente «suntuoso» en la representación de espacios como los jardines de la Alhambra.
UNA CELEBRACIÓN MULTITUDINARIA Y EMOCIONANTE
La Entrada de Moros y Cristianos de Ontinyent ha demostrado ser una de las celebraciones más multitudinarias y espectaculares de esta tradicional fiesta, con la participación de alrededor de 18.000 personas entre festeros, músicos, bailarines y equipos de asistencia.
El desfile, que se ha extendido por más de ocho horas, ha llenado de «historia, fantasía, espectáculo y emociones» a miles de espectadores, cautivándolos con la riqueza de sus contenidos, desde los elementos marítimos y bandoleros de las capitanías cristianas hasta los dragones, reyes de taifa y la rebelión de las Alpujarras de la entrada mora.
La celebración ha sido presidida por las máximas autoridades locales, quienes han destacado el carácter multitudinario y la voluntad integradora de las comparsas, que han contado con la participación de alumnos del Centro Ocupacional Municipal José Antonio Bodoque. Esta edición de la Entrada de Moros y Cristianos de Ontinyent ha dejado una huella imborrable en los asistentes, quienes han disfrutado de una fiesta cargada de historia, fantasía y emociones.