En un momento en el que la unidad nacional de España se enfrenta a desafíos cada vez más apremiantes, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha lanzado una dura crítica contra los partidos mayoritarios.
Según sus declaraciones, el Partido Socialista y el Partido Popular han «pactado con separatistas» durante «décadas» y han «cedido competencias nacionales» con el fin de «formar Gobiernos».
Esta acusación subraya la profunda preocupación de Vox por la supuesta erosión de la soberanía española a manos de movimientos secesionistas. Ortega Smith ha señalado que el «separatismo» es ante el que se han «arrodillado» los dos principales partidos políticos del país, citando específicamente los casos de Carles Puigdemont, las «amnistías» y los «indultos» otorgados a líderes independentistas catalanes.
El Separatismo como Moneda de Cambio Política
Según el portavoz de Vox, el hecho de que Esquerra Republicana haya participado en la investidura de un Gobierno supone «el decremento y la pérdida de recursos públicos» para el resto de las comunidades autónomas. En su opinión, esta es una «España en la que dependiendo la deslealtad que tengas, así recibes de los presupuestos públicos«.
Ortega Smith ha denunciado enérgicamente esta situación, afirmando que «se premia la deslealtad, se premia a los que dan golpes de Estado, se premia a los que se falta la ley, se les indulta, se les amnistía y se les permite hacer todo». En su perspectiva, son «la inmensa mayoría de los españoles» y «todos aquellos emigrantes legales que vienen a trabajar y a ayudar a levantar este país» quienes se encuentran «absolutamente discriminados«.
La Percepción de una España Dividida y Desigual
El portavoz de Vox ha concluido su declaración con una contundente afirmación: «Hoy en día, en España, el que da golpes de Estado, el que desprecia las sentencias de los tribunales, el que se ríe de la policía, el que pisotea nuestras fronteras, es el que está en la calle. Esta frase resume la visión de Vox sobre una España que, según ellos, recompensa la deslealtad y el desafío a la legalidad, en detrimento de la unidad nacional y la justicia.
La posición de Vox en este asunto refleja su firme compromiso con la integridad territorial de España y su rechazo a cualquier concesión a los movimientos secesionistas. Esta postura, sin duda, encontrará eco entre sus simpatizantes, pero también generará debate y controversia en un país que aún se enfrenta a los complejos retos de la descentralización y la diversidad regional.
