En un giro inesperado, el hijo del reconocido productor audiovisual Josep Maria Mainat, Pol Mainat, ha declarado ante la justicia que presenció de primera mano el momento en que su padre cayó en un coma hipoglucémico, víctima, presuntamente, de los actos de su esposa, Ángela Dobrowolski. Con una narrativa cargada de detalles escalofriantes, Pol Mainat ha dejado en claro que no alberga duda alguna sobre la culpabilidad de Dobrowolski, a quien describe sin tapujos como «un diablo».
UNA ESCENA ATERRADORA Y UN DIAGNÓSTICO REVELADOR
Según el testimonio de Pol Mainat, la madrugada del incidente, al llegar al hospital, se encontró con su padre en estado de coma, y lo que vio lo dejó profundamente conmocionado. «Tenía los mismos labios y los mismos ojos que cuando mi madre, Rosa Maria Sardà, estaba a punto de morir», relató el hijo, haciendo una comparación estremecedora que deja entrever la gravedad de la situación.
Pero las sospechas de Pol Mainat no se detienen ahí. Asegura que uno de los médicos que atendió a su padre le confirmó que el «bajón» de su padre solo podía deberse a la inyección de insulina, medicamento contraindicado para la diabetes que padece Mainat y por la que se medica con un fármaco oral. Esta revelación médica, sumada a lo que presenció, ha convencido a Pol Mainat de que Ángela Dobrowolski, «un diablo», fue la responsable de inyectarle la sustancia que lo llevó al borde de la muerte.
UN HISTORIAL DE VIOLENCIA Y ACOSO
Pero el testimonio de Pol Mainat no solo se centra en el dramático episodio del intento de asesinato. También ha señalado que Dobrowolski sometió a su padre a un «maltrato psicológico» a lo largo de su relación, y que el presunto intento de asesinato se entiende mejor si se toma en cuenta el resto de causas judiciales que pesan sobre la aún esposa de Mainat.
En efecto, Dobrowolski tiene un historial turbulento. En 2021, fue detenida por intentar entrar a la vivienda de Mainat en Barcelona, quebrantando la orden de alejamiento, un hecho por el que aceptó una condena de 17 meses de prisión. Pero eso no fue todo. En 2022, fue condenada a 2 años y medio de prisión y multada con 1.800 euros por falsificar la firma de Mainat en dos cheques bancarios, y también aceptó ocho meses de prisión por golpear a Mainat con un bote de cristal en la sien, causándole una herida.
LA FISCALÍA PIDE 16 AÑOS DE CÁRCEL
Ante este panorama, la Fiscalía ha solicitado nada menos que 16 años de cárcel para Ángela Dobrowolski: 13 años por el intento de asesinato y 3 por revelación de secretos. Por su parte, la acusación particular pide 14 años, 13 por el intento de asesinato y uno por revelación de secretos.
La defensa, encabezada por el abogado Marwan Sarsam, ha solicitado la absolución de Dobrowolski. Sin embargo, el testimonio contundente de Pol Mainat, sumado a los antecedentes de violencia y acoso, parecen pintar un panorama sombrío para la acusada, que deberá enfrentar un juicio que promete ser seguido con gran interés por la opinión pública.