El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, encargado de la instrucción de la macrocausa ‘Tándem’, ha citado a declarar a dos empleados del BBVA, al autor de un informe forensic y al que fuera jefe de Seguridad de la entidad, Julio Corrochano. Todo ello, en la pieza separada relacionada con el banco y los supuestos encargos que habría realizado al comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Así figura en dos autos, en los que se cita para los próximos 24 y 25 de noviembre al ex responsable de Comunicación de BBVA Paul García Tobin –que se encuentra investigado en la causa– y al asesor financiero de la entidad César Béjar. A ellos se sumará además Fernando Alfonso Díaz.
Fue el pasado mes de julio cuando el magistrado acordó citar a García Tobin como investigado por «su presunta participación en un delito contra la administración de justicia por encubrimiento respecto del» expresidente del BBVA Francisco González.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 tomo la decisión de imputar a García Tobin en base a la declaración de la jefa de Seguridad de BBVA, Inés Díaz Ochagavia. Según ella, tras publicarse una noticia sobre presunto blanqueo que relacionaba al socio de Villarejo, Rafael Redondo, y a CENYT, se quiso determinar si la información que afectaba a BBVA era cierta y, para ello, García Tobin ordenó crear una carpeta en Google Drive para «levantar la información» que pudiera existir en el banco sobre los contratos con la empresa.
En ese mismo auto, fechado el 20 de julio, el juez acordó llamar en calidad de perito a Alfonso Díaz, que elaboró el informe que BBVA encargó a GMV para «la adquisición de evidencias electrónicas de archivos ubicados en los entornos de almacenamiento del cliente (Google Drive)».
INDAGACIONES SOBRE LOS METADATOS DEL ARCHIVO
El magistrado busca que el perito ratifique y, en su caso, amplíe el informe de GMV pero, sobre todo, que aclare «por qué no se presentaron los metadatos del archivo desde su creación», tal y como se había comprometido la entidad bancaria.
La decisión de llamar a Corrochano, todavía sin una fecha fijada, llega después de que éste enviase el pasado mes de octubre un escrito al juez en el que sostenía que era «inimaginable» que Villarejo siguiera en activo cuando el banco le contrató en diciembre de 2004, aseverando en la misma línea que «nunca» sospechó que la información que les proporcionaba pudiera proceder de bases policiales de acceso restringido.
En el mismo, Corrochano aseguró que conocía a Villarejo desde 1974, cuando coincidieron en la lucha antiterrorista en la Comisaría de San Sebastián, pero que no retomaron el contacto hasta 2003, cuando siendo jefe de Seguridad de BBVA recibió una llamada de su antiguo compañero para ofertarle los servicios de «inteligencia empresarial» de una de las compañías que había creado tras dos excedencias de las Policía Nacional y «muchos años de actividad en el sector privado con bastante éxito».
Corrochano es, junto al ex presidente del BBVA uno de los imputados en esta pieza separada número 9 de ‘Tándem’ por los contratos del banco con CENYT para distintos proyectos al menos entre 2004 y 2017, unos trabajos por los que la entidad habría pagado al comisario más de 10 millones de euros.