Recrean en Huelva el puerto desde el que partió Cristóbal Colón hacia América

Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha recreado por primera vez el puerto de Palos de la Frontera del que partió Colón en 1492 hacia América. Mediante un análisis geológico y químico, los investigadores se remontan seis millones de años para comprobar los cambios que ha sufrido el terreno hasta la actualidad. Así, reproducen en una maqueta a escala cómo era la dársena en el momento de la partida de la expedición colombina y predicen futuras variaciones del terreno en esta área y otras con características geológicas similares.

Tras establecer esta cronología, los expertos realizan por primera vez en la dársena un análisis paleontológico, es decir, la recreación del ambiente geológico de la zona. Para ello estudiaron la composición química y procedencia de sedimentos, fósiles y vegetación, entre otras muestras, según ha informado la Fundación Descubre en una nota de prensa.

De este modo, los expertos de los grupos Paleontología y Ecología Aplicadas (RNM-238), Geomorfología Ambiental y Recursos Hídricos (RNM-293) y Urbanitas (Arqueología y Patrimonio; HUM-132) consiguen, por un lado, recrear cómo era en 1492 el puerto de Palos de la Frontera. Por otro lado, descubren que la deforestación y la sedimentación provocada por las arroyadas ocasionaron que la ensenada desde la que partió Colón tuviera unas condiciones muy pobres de navegación.

«Seguramente, durante esa época el puerto necesitó que se extrajera barro del canal de entrada del puerto constantemente para mantener la profundidad necesaria para que atracaran los barcos. En 1492 el agua que cubría la ensenada alcanzaba entre tres y cuatro metros. La Pinta y La Niña, por otro lado, tenían un calado sin carga de mercancía de casi dos metros», ha explicado el investigador de la Universidad de Huelva Francisco Ruiz.

En el estudio titulado ‘Where did Christopher Columbus start?: The estuarine scenario of a historial date’ y publicado en Estuarine, Coastal and Shelf Science, los investigadores determinan qué factores influyeron en las alteraciones geológicas a través del análisis multidisciplinar de las propiedades químicas y geológicas (sedimentos o restos de fauna y flora) de los testigos.

Éstos son muestras de formaciones rocosas, fósiles o vegetación, entre otros, obtenidas mediante la perforación de la superficie de un terreno a distintas profundidades. A estas muestras se les aplicaron técnicas radiométricas, que sirvieron para establecer su edad. «Los datos que nos aportan los análisis nos indican qué ocurrió en la zona en un periodo de tiempo determinado. Con esta información, podemos simular de manera gráfica cómo era la zona en 1492», ha señalado Francisco Ruiz.