La Línea 6 del Metro de Madrid, la más utilizada de toda la red y auténtico eje vertebrador del suburbano madrileño, vuelve a funcionar con normalidad este sábado 20 de diciembre tras casi 200 días de obras. Lo hace, además, once días antes de la fecha inicialmente prevista, en un intento por aliviar la presión sobre la movilidad de la capital en plena campaña navideña.
Lo cierto es que la reapertura culmina una de las actuaciones más ambiciosas acometidas en el Metro en los últimos años, con una inversión de 168,5 millones de euros y una transformación profunda de la infraestructura, aunque el proyecto aún no está completamente terminado, ya que la automatización total de la línea no llegará hasta 2027.
El cierre parcial de la L6 comenzó el pasado mes de septiembre y ha afectado al tramo comprendido entre Legazpi y Moncloa por Avenida de América, una interrupción que obligó a reorganizar la movilidad de cientos de miles de usuarios diarios. No en vano, la Circular transporta alrededor de 430.000 viajeros cada día y supera los 116 millones de desplazamientos anuales, cifras que la convierten en la línea con mayor demanda de toda España.
La Circular transporta alrededor de 430.000 viajeros cada día y supera los 116 millones de desplazamientos anuales
"Detrás de cada obra hay personas. Gracias a los 2.000 profesionales que han estado trabajando en 3 turnos para hacer posible que la Línea 6 vuelva a abrir este sábado. Gracias también a los viajeros por su comprensión. Seguimos construyendo el Metro del Futuro", ha dicho Ignacio Vázquez Casavilla, Consejero Delegado de Metro de Madrid.
Durante estos meses, el refuerzo de autobuses sustitutivos y el aumento de frecuencias en otras líneas han sido medidas imprescindibles para absorber el impacto de unas obras tan extensas como inevitables, aunque en muchas ocasiones no ha sido suficiente y ha colapsado otras líneas del suburbano madrileño.
El objetivo principal de los trabajos ha sido la renovación integral de la vía, una infraestructura que en algunos tramos acumulaba décadas de uso intensivo. En total, se han sustituido 86 kilómetros de carril, lo que equivale prácticamente a renovar por completo el anillo que conforma la L6.
Para ello, se ha retirado el antiguo balasto —más de 35.000 metros cúbicos— y se ha implantado una nueva plataforma de hormigón, más estable, silenciosa y preparada para soportar las exigencias tecnológicas de los próximos años. El Consistorio asegura que la actuación también busca reducir vibraciones, ruido y necesidades de mantenimiento.
Las 13 subestaciones eléctricas de la línea han sido modernizadas y se ha ejecutado un cambio en el sistema de alimentación, con la tensión pasando de 600 a 1.500 voltios permitiendo un funcionamiento más eficiente de los trenes, con un ahorro energético estimado en torno al 30 %. En este sentido, es imprescindible para la llegada de los nuevos convoyes que operarán en modo automático.

Durante estos meses de obras, la estación de Arganzuela-Planetario se ha convertido en uno de los principales centros logísticos y operativos del proyecto. Desde allí se han coordinado buena parte de los trabajos, que se han desarrollado en turnos de 24 horas, los siete días de la semana, con el objetivo de acortar plazos y devolver el servicio completo cuanto antes. En paralelo, se han realizado actuaciones como la eliminación de elementos de fibrocemento en los andenes y la adecuación estructural de las estaciones para futuras instalaciones.
La automatización total de la Línea 6 de Metro de Madrid apunta a 2027
Eso sí, aún falta la instalación de mamparas para evitar caídas a la vía, algo que se producirá en horario nocturno para no volver a tener que realizar cortes en el servicio. A partir de enero comenzará la instalación progresiva de puertas de andén en las 28 estaciones de la Línea 6 de Metro de Madrid. Estas puertas, que se colocarán mayoritariamente en horario nocturno para minimizar afecciones, se consideran un elemento esencial para la automatización completa del servicio.
Mientras se desarrollan estos trabajos, la explotación de la línea sufrirá algunos ajustes. A partir del 7 de enero, el servicio finalizará a las 23.00 horas de domingo a jueves, manteniéndose el horario habitual los viernes y sábados. De cara a compensar estas limitaciones, la Comunidad de Madrid prevé mantener servicios especiales de autobuses gratuitos en superficie durante las noches en las que las obras afecten al horario habitual, una fórmula ya utilizada durante los meses de cierre parcial.

Sea como fuere, la automatización total de la Línea 6 está prevista para 2027 y convertirá a esta línea en la primera de la red madrileña en operar íntegramente sin maquinistas. Para entonces, los nuevos trenes, los sistemas de señalización avanzados y las puertas de andén deberán funcionar de forma coordinada.
De esta manera, la Circular, inaugurada en 1979, afronta ahora una segunda juventud en un contexto marcado por el crecimiento urbano, la necesidad de mejorar la movilidad madrileña y la apuesta por la innovación tecnológica por parte de la Comunidad de Madrid.







