La gesta que cambió el tenis español: 25 años de la primera Copa Davis conquistada en Barcelona

Hace un cuarto de siglo, España levantó por primera vez la Copa Davis tras derrotar a Australia en un Palau Sant Jordi que entró para siempre en la memoria del tenis nacional.

Cuando se habla del tenis español, es inevitable pensar en una cantera inagotable, en múltiples títulos de Grand Slam y en un dominio notable en competiciones por equipos. Pero nada de eso se entiende del todo sin regresar a ese momento fundacional que tuvo lugar en el año 2000. Hasta entonces, España había rozado la gloria en dos ocasiones (en 1965 y 1967, ambas con Australia como verdugo) pero la Ensaladera seguía siendo una pieza esquiva, casi mítica. La Copa Davis.

La España que soñaba con la Ensaladera

Por eso, la final celebrada en el Palau Sant Jordi el 10 de diciembre de aquel año 2000 adquirió una relevancia especial. Fue la oportunidad de cerrar una herida deportiva arrastrada durante décadas y de situar al tenis español en una nueva dimensión. Un escenario simbólico, un rival histórico y una generación de jugadores y técnicos preparados para asaltar definitivamente la cima.

Veinticinco años después, la Federación Catalana de Tenis (FCT) ha querido rendir homenaje a los protagonistas de aquella conquista con un acto celebrado en el Museo Olímpico y del Deporte Juan Antonio Samaranch de Barcelona. Allí se reunieron Álex Corretja, Albert Costa y Joan Balcells, acompañados por los técnicos Juan Avendaño y Jordi Vilaró, integrantes del célebre 'G4', el grupo de entrenadores que dirigió al equipo junto a Javier ‘Dudu’ Duarte y Josep Perlas. Solo faltó Juan Carlos Ferrero, otra pieza clave de aquel equipo.

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Corretja y el valor de jugar "en casa de verdad"

El acto no solo sirvió para recordar partidos y anécdotas, sino para reconstruir el contexto histórico que rodeó la final. Agustí Pujol, presidente de la Real Federación Española de Tenis en la época, rememoró la elección de la sede, una decisión que acabaría siendo determinante. "Se habló de jugar en Canarias al aire libre, porque allí casi nunca llueve", explicó. Pero una llamada de Juan Antonio Samaranch -entonces presidente del COI y figura de enorme peso en la historia del deporte español- cambió el rumbo: “Me dijo: ‘Supongo que la final se disputará en Barcelona, ¿no?'".

La gesta que cambió el tenis español: 25 años de la primera Copa Davis conquistada en Barcelona Fuente: RFET
Equipo Espana en la Copa Davis 2000 Fuente: RFET

Barcelona, que ya había dejado huella en 1992 con unos Juegos Olímpicos que marcaron a toda una generación, volvía a convertirse en el epicentro del deporte español. Y lo hacía ofreciendo un escenario tan imponente como simbólico: el Palau Sant Jordi, situado en la mítica montaña de Montjuïc. Álex Corretja, uno de los líderes de aquel equipo, recordó cómo vivió aquella elección y lo que significaba para ellos. Incluso llegó a rechazar -con humor- la posibilidad de jugar en un parking acondicionado en Canarias: "Queremos que cada vez que sobrevolemos Montjuïc recordemos que allí hicimos algo único".

Australia, el rival que siempre había frenado el sueño español de la Copa Davis

En ese año 2000, España todavía buscaba definirse dentro del panorama tenístico mundial. Tenía talento, tenía cantera y empezaba a consolidar una generación prometedora, pero faltaba un gran triunfo colectivo. La final contra Australia representaba ese salto. Sobre todo porque el rival no era uno cualquiera: Australia era la segunda nación más laureada en la historia de la competición y, además, las dos finales perdidas por España habían sido precisamente ante los oceánicos.

El homenaje también dejó espacio para revelar detalles poco conocidos. Pujol confesó que, tras la primera jornada, el ambiente en el Sant Jordi no había sido tan caldeado como esperaba, y decidió reforzar la animación con una charanga para el partido de dobles. Ese plus de energía acabaría siendo decisivo para encender a un público que, con el paso de las horas, se convirtió en el motor emocional del equipo.

El triunfo histórico de Juan Carlos Ferrero para traer otra Copa Davis para España

En la parte deportiva, Albert Costa abrió la final ante Lleyton Hewitt con un duelo durísimo. Años después, admite que le pudo el componente emocional de inaugurar una final histórica. Sin embargo, aquella experiencia le serviría como aprendizaje y combustible para conquistar Roland Garros en 2002, en una final directa contra Ferrero, su propio compañero de selección.

El triunfo de Juan Carlos Ferrero ante Patrick Rafter equilibró la serie e impulsó a España hacia uno de los puntos clave: el dobles del sábado. Ese encuentro quedó para la historia como uno de los episodios más sorprendentes de la Davis. Corretja y Balcells derrotaron a Stolle y Woodforde, una pareja que había dominado el circuito ese mismo año. “Todo el mundo daba ese punto por perdido, y quizá eso nos motivó todavía más”, recordó Balcells con una media sonrisa.

Con la final inclinada, el domingo emergió de nuevo la figura de Juan Carlos Ferrero. Su victoria ante Hewitt selló el título y completó un fin de semana que marcaría un antes y un después en el deporte español. Para entonces, el país ya veía despuntar a una generación de jugadores que, unidos, estaban dispuestos a cambiar la historia del tenis nacional.

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España ha ganado 6 Copa Davis desde el año 2000

Álex Corretja, pese a ser el número uno del equipo, no jugó ningún individual durante la final. En el acto, volvió a quitar importancia a ese detalle: "Esto se consiguió porque éramos un equipo. Daba igual quién jugara, quién era el número uno o quién estaba en el banquillo". Su frase resume mejor que ninguna otra el espíritu que permitió a España conquistar aquella primera Ensaladera.

Desde aquel día, España ha ganado seis Copas Davis y ha vivido una época dorada marcada por la llegada de Rafa Nadal, el resurgir de Ferrero como entrenador, la explosión de nuevas generaciones y un crecimiento estructural sin precedentes. Pero la semilla estaba ahí, en aquel diciembre del año 2000, cuando un país entero descubrió que podía competir y ganar a los más grandes.

La conmemoración de estos 25 años de Copa Davis no es solo un recuerdo nostálgico. Es también un homenaje a una generación que cambió la historia para siempre, que transformó expectativas y que abrió una puerta que, desde entonces, nunca volvió a cerrarse.

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