Cuando llega el frío, todos queremos una casa cálida y acogedora. Pero también sabemos lo que eso puede significar: facturas elevadas, consumo excesivo y, a veces, la sensación de tener que elegir entre comodidad y ahorro. La buena noticia es que no debes renunciar a una para conseguir la otra. Con algunos ajustes sencillos y decisiones inteligentes, puedes mantener el confort en tu hogar sin que tu bolsillo sufra. Este artículo está pensado para ti, que vives en Barcelona y quieres pasar un invierno cálido, eficiente y sin sorpresas desagradables en la factura. ¡Comencémos!
Ajusta bien el termostato
Uno de los errores más comunes es subir demasiado la temperatura del termostato. Cada grado de más aumenta el consumo energético hasta un 8%. Lo recomendable es mantener la casa entre 19 y 21 °C durante el día, y bajarla a 16-17 °C por la noche o cuando no estés en casa. Si aún no tienes un termostato programable, considera instalar uno: te dejará automatizar los horarios de encendido y apagado, y evitará que la calefacción funcione más de lo necesario.
Refuerza el aislamiento de tu vivienda
No sirve de mucho tener una buena caldera si el calor se escapa por las rendijas. El 30% del calor se pierde por ventanas y puertas mal selladas. Usa burletes, cortinas gruesas y alfombras para mantener el calor dentro. Si tienes la posibilidad, invierte en doble acristalamiento o mejora el aislamiento de paredes y techos. Son medidas que no nada más te ayudarán este invierno, sino que mejorarán la eficiencia energética de tu hogar durante todo el año.
Ventila sin perder calor
Sí, es importante ventilar, incluso en invierno. Pero no hace falta dejar las ventanas abiertas durante horas. Con 5 a 10 minutos al día es suficiente para renovar el aire sin enfriar toda la casa. Hazlo por la mañana, cuando el sol empieza a calentar, y cierra bien después para conservar la temperatura interior.
Aprovecha la luz solar
El sol es una fuente de calor gratuita. Durante el día, abre cortinas y persianas para dejar que entre la luz natural y caliente tu hogar. Por la noche, ciérralas para conservar ese calor. Este pequeño gesto disminuye el uso de la calefacción sin perder confort.
Mantén tu caldera en buen estado
Una caldera en mal estado consume más energía y calienta menos. Por eso, es fundamental realizar un mantenimiento periódico. Limpiar los filtros, revisar la presión y comprobar que todo funciona correctamente puede marcar una gran diferencia en tu consumo.
Si tienes una caldera Ariston, asegúrate de contar con técnicos que conozcan bien el sistema. En Barcelona, puedes confiar en el servicio técnico Ariston Barcelona, especializado en instalación, reparación y mantenimiento de la marca.
Usa la calefacción de forma estratégica
No todas las estancias necesitan la misma temperatura. Cierra los radiadores en habitaciones que no uses y mantén las puertas cerradas para evitar fugas de calor. También puedes usar válvulas termostáticas para regular la temperatura de cada radiador según tus necesidades. Y si tienes suelos radiantes o sistemas de calefacción por zonas, aprovecha su eficiencia programando horarios y temperaturas específicas.
Cambia tus hábitos diarios
- Vístete con ropa de abrigo en casa antes de subir la calefacción.
- Cocina con la tapa puesta para aprovechar mejor el calor.
- No cubras los radiadores con ropa o muebles, ya que eso impide que el calor se distribuya bien.
- Apaga los aparatos eléctricos que no estés usando: también generan calor residual que puede ayudarte a mantener la temperatura.
Considera mejoras a largo plazo
Si estás pensando en renovar tu sistema de calefacción, valora opciones más eficientes como calderas de condensación, bombas de calor o sistemas híbridos. Aunque suponen una inversión inicial, el ahorro energético a medio y largo plazo es considerable. Aparte, hay ayudas y subvenciones para potenciar la eficiencia energética de las viviendas, especialmente en Cataluña.






