Estas revelaciones pintarían un retrato complejo la infanta Sofía, quien desde su nueva vida universitaria en Portugal estaría intentando encontrar su lugar, lejos de la sombra de su hermana Leonor y de unas tensiones familiares que, al parecer, serían más profundas de lo que se conocía. Aunque los rumores han existido desde hace unos años.
El último desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre dejó una imagen que se repitió en los principales medios nacionales e internacionales. Leonor acaparó los aplausos por su impecable preparación, reafirmando su papel como futura Reina de España. Mientras, la infanta Sofía cometió un pequeño lapsus durante el besamanos, su primer protagonismo en este acto. Aunque el error se subsanó sin importancia y mostró la naturalidad que la caracteriza, el momento marcó la diferencia de roles.
Según las informaciones abordadas por EN Blau, la infanta Sofía siempre ha sido tratada como una hija de segunda fila y ella parece estar plenamente consciente de ello. A pesar de que sus padres insisten públicamente en que ambas hijas tienen las mismas oportunidades y reciben el mismo trato, la práctica demuestra lo contrario. Los privilegios de Leonor son mayores, esto debido a su condición de heredera, y a Sofía, directamente, se la intenta apagar. Tanto es así, que la propia infanta ha considerado que es mejor no aparecer en público y hacer vida lejos de España.
La infanta Sofía estaría llevando una vida incómoda en el Forward College
El malestar de la infanta Sofía no es algo abstracto. Fuentes cercanas a la familia revelarían que la benjamina se siente como si no existiese, según EN Blau. No está cómoda con que todos los aplausos y miradas vayan siempre hacia su hermana, lo que la haría sentirse permanentemente en un segundo plano. Pero hay un señalamiento constante que va más allá de los protocolos: su vestimenta.
A la infanta no le gustaría cómo la visten. Letizia Ortiz siempre la obligaría a llevar un estilo determinado, con vestidos que no le hacen justicia. Según estos relatos, se le dibuja una peor silueta con colores oscuros que la apagan deliberadamente. Tras su última aparición el 12 de octubre, muchos comentaron en redes y medios que parecía “una señora mayor”. El problema se agravaría por su estatura, ya que Sofía es más alta que su hermana e incluso que la Reina. Por eso, siempre lleva zapato plano, pues si usara tacón “eclipsaría totalmente a la princesa”.
El cambio de aires hacia la Forward College en Lisboa, donde estudia un doble grado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, parecía la oportunidad perfecta para ganar independencia y alejarse de las comparaciones con Leonor. Sin embargo, lejos de solucionar las cosas, habría destapado un problema mayor. Aparentemente, algunos profesores de la universidad habían compartido con Felipe VI y Letizia que han observado “ciertos signos de inestabilidad emocional” en la infanta, comentan en el señalado diario. El informe de los educadores vincula este estado anímico a “las diferencias en la familia entre Leonor y ella, que cada vez son más evidentes”.
El secreto a voces que Sofía cuenta en la universidad
En su nueva vida lejos de casa, la infanta Sofía habría empezado a entablar amistad con algunos compañeros. Abierta a estos nuevos vínculos, la hija de los Reyes les ha dejado claro un aspecto personal que en España se mantiene en el más estricto hermetismo. Según EN Blau, la infanta les habría confesado que es “hija de padres separados”.
Esta revelación encaja con la información ha corrido por años donde se asegura que Felipe VI y Letizia vivirían separados. La ruptura de su matrimonio se habría producido en 2012, durante la profunda crisis por la supuesta infidelidad de la Reina con Jaime del Burgo. No obstante, los monarcas habrían esperado a que ambas hijas fueran mayores de edad y se fueran de casa para comunicarlo a la familia y vivir en techos diferentes. Incluso, hay rumores de que cada uno tiene su pareja.
Estoril: el refugio que la conecta con su abuelo
En medio de esta inestabilidad personal, la infanta Sofía habría encontrado un consuelo familiar. Según informa ‘Monarquía Confidencial’, en sus descansos suele viajar con amigas para descubrir nuevos destinos, y uno de sus favoritos es Estoril, a solo 25 kilómetros de Lisboa.
Estoril está íntimamente ligado a la historia de su familia, y especialmente a la figura de su abuelo, el rey Juan Carlos I. Fue allí donde el emérito pasó su infancia y juventud en el exilio junto a sus padres durante la dictadura franquista. También fue en Estoril donde se negoció su regreso a España y su designación como sucesor de Franco. Aunque la familia ya no posee el palacio Villa Giralda que tuvo allí, Juan Carlos I seguiría visitando la localidad con frecuencia, teniendo la oportunidad de encontrarse con su nieta.
