Novak Djokovic atraviesa un tramo difícil de su carrera. Dos temporadas completas sin alzarse con un título de Masters 1.000, una sequía que para alguien de su talla resulta inédita. En el Masters 1.000 de Shanghái, el serbio ha vuelto a mostrar su garra, con momentos límite: colapsos físicos, vómitos en la pista y remontadas dramáticas que revelan cuánto le ha costado regresar a la élite.
Pero detrás del sufrimiento también está la oportunidad: la ausencia de Alcaraz o Sinner, sumada a su propia experiencia, le permiten aspirar a un nuevo título que lo acerque más al récord que comparte con Federer.
Djokovic busca reencontrarse con su mejor versión
El trayecto hasta aquí no ha sido sencillo para el 24 veces Ganador de un Grand Slam. En París-Bercy 2023 consiguió su último Masters 1.000, pero desde entonces no ha vuelto a ganar en esa categoría, entrando en una fase de sequía que contrasta con su dominio histórico en estos torneos. Esa falta de victorias pesa tanto como el historial que carga: es el tenista con más títulos, victorias y finales en Masters 1.000, pero su ventaja deportiva no impide que la presión aumente con cada torneo sin coronarse.

Shanghái se ha convertido en el escenario ideal para encender su resurgir. El torneo, que conoce bien -nunca ha bajado de cuartos en sus participaciones-, le da una plataforma para reivindicarse. La edición de este año, además, ha visto la baja de rivales como Alcaraz y problemas físicos de Sinner, lo que ha dejado una vía abierta para Djokovic.
El récord de Federer, lo que más motiva a Djokovic
En un duelo especialmente dramático contra Jaume Munar, llegó al límite, cediendo un set, desplomado, vomitando… pero logró cerrar el partido con carácter, apoyado en su resistencia mental y una dosis de épica.
Ese renacer no solo busca una victoria aislada, sino marcar un antes y un después. Con 38 años y una carrera cargada de récords, cada título suma peso en su legado. En este momento, uno de los objetivos más simbólicos que persigue es superar a Federer en victorias sobre superficie dura durante la Era Open. Ambos comparten 71, y una victoria más lo pondría por delante.
Pero no todo depende de su fuerza mental. Su condición física es una pieza clave en esta narrativa de retorno. Las condiciones extremas en Shanghái -altas temperaturas, humedad sofocante- han sido un enemigo implacable, incluso para alguien como Novak Djokovic. En varios partidos ha sufrido calambres, agotamiento y malestar general.
Djokovic sigue peleando por lo más alto
La victoria en Shanghái, además, le permitiría sumar otro récord. Ser el tenista más veterano en alcanzar ciertos hitos en Masters 1.000, una marca que añadiría aún más sal a la herida de quienes dudan de su vigencia. Ya ha superado en edad a Federer en algunas rondas, y cada conquista en este tramo de su carrera tiene un valor extra más allá del título.

Así, este tramo de 2025 no es solo una nueva oportunidad, sino más bien una encrucijada para Djokovic. Puede convertirse en la base de un regreso monumental (rompiendo marcas, venciendo limitaciones físicas y alimentando más su leyenda) o quedar en otro periodo más de preguntas y desgaste.
Pero si hay algo que define su perfil es esa capacidad para levantarse. En Shanghái y cada torneo venidero, Djokovic está erigiendo su nueva fase… y el tenis observando cómo un gigante que muchos creían agotado, sigue peleando por lo más alto.