La confesión que, años después, plasmó en su libro de memorias, Cayetano Martínez de Irujo, no cayó bien en la Casa Real, especialmente porque desvelaba cómo la reina Sofía había impulsado esta relación con la esperanza de ver a su hija casada con alguien del entorno aristocrático.
La vida sentimental de Sofía y Juan Carlos I ha estado marcada por un equilibrio entre el amor y el protocolo. En el caso de la infanta Elena, su madre, la reina Sofía, consideraba que sus hijos debían emparentarse con personas de la realeza o la aristocracia. Personas con título que no fuesen plebeyos.
Esta filosofía, heredada de su propia crianza y de su experiencia personal, la llevarían a promover una relación entre su hija mayor y Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba y, por tanto, considerado un partido ideal para contraer matrimonio. Sin embargo, lo que la reina no podía prever era que el joven aristócrata no estaría dispuesto.
La visión tradicional de la reina Sofía sobre el matrimonio

La reina Sofía es considerada una mujer muy tradicional, católica y familiar. En su juventud estaba enamorada de Harald de Noruega, sabía que debía casarse con otro rey para emparentar dos monarquías, pero no fue correspondida. Así que su madre, la reina Federica, la obligó a casarse con Juan Carlos I, en un acuerdo con Juan de Borbón. Sin embargo, aunque Sofía no se opuso a este compromiso, el emérito nunca estuvo enamorado de ella. A la emérita la obligaron a casarse y formar una familia, y ella creció creyendo que era lo normal también para sus hijos.
La primera de los hijos de la reina Sofía que se casó y formó una familia fue la infanta Elena, ella tenía claro que debía casarse con alguien con título para no defraudar a sus padres. Finalmente, se quedó con Jaime de Marichalar, pero poco después, ese matrimonio terminó en divorcio.
Entre todos los candidatos para Elena, la reina Sofía seleccionó para ella a Cayetano Martínez de Irujo debido a la buena relación con la duquesa de Alba, gran amiga de la emérita. Según explicó el propio Cayetano en su libro, "un buen día, una persona cercana a la familia me citó en su despacho para convencerme de que tenía que acercarme a la infanta Elena". Eran años en los que el príncipe no mostraba intención de formar una familia.
El hijo de la duquesa de Alba reveló años después que tanto su madre como la reina Sofía estaban encantadas con la idea de que ese romance diera el segundo paso. Incluso vivió una anécdota que le resultó alarmante: "El entonces rey Juan Carlos, en un acto público al que asistía doña Cayetana gritó: '¡Vamos a ser familia!', una frase que 'oyó la prensa y salió publicada', algo que me 'asustó'".
Las razones de una ruptura inevitable entre la infanta Elena y Cayetano Martínez de Irujo

A pesar de la presión familiar, Cayetano Martínez de Irujo comprendió que no encajaba en ese mundo. "Fue algo pasajero, ella no estaba cómoda con que se hiciera público. Nuestra relación siempre se mantuvo en el máximo secreto. La infanta es una gran persona y nos conocíamos bien por compartir el ambiente ecuestre, pero pronto comprendí que no estaba preparado para pasar de la estricta educación que recibí a una estructura aún más exigente".
En una entrevista en 'Viajando con Chester' con Risto Mejide en 2023, Cayetano fue aún más explícito sobre lo ocurrido: "La tenía muy cerca en el ambiente hípico y en tres meses me di cuenta de que no estaba preparado para salir de una celda educacional tan fuerte como la mía para meterme en una mucho mayor. Su propia nana le había advertido: "Mi nanny me decía que no había nacido para ser un segundón".
Cuando Cayetano decidió incluir esta historia en su libro de memorias 'De Cayetana a Cayetano' en 2019, la reacción de la realeza española no se hizo esperar. "A ella no le gustó mucho que lo dijera en el libro, porque no se sabía, fue todo oculto y secreto", confesó el aristócrata. La infanta Elena, que había preferido mantener la discreción sobre este capítulo de su vida, no recibió bien que se hiciera público aspectos de su relación. Mejide añadió con tono jocoso durante la entrevista en 2023: "¡Podías haber sido un Marichalar!", a lo que Cayetano respondía con seriedad: "Por eso no me veía ahí. Mi hermana Eugenia se mantuvo imparcial, el resto me empujaba en esa dirección".
En la misma entrevista con Mejide, el jinete volvió a hablar de los problemas emocionales que habían marcado sus relaciones sentimentales. "Yo tenía confundido el amor, el sexo y el cariño", dijo. Sobre la amistad que le une a la que fuera su mujer, Genoveva Casanova, y madre de sus dos hijos, Luis y Amina, Cayetano habló con mucho cariño. "Genoveva y yo lo hemos hecho muy bien. Con los chicos hemos sido unos padres unidos siempre y hemos conseguido que no tengan ninguna secuela de nuestra separación".
También comentó, en ese momento, cómo vivía el amor al lado de Bárbara Mirjan, de 26 años, actualmente 28, (33 menos que él) y con la que mantiene una relación desde 2016. "Con Bárbara es la primera vez que he sido capaz tener una relación de verdad. La conocí con más de 50 años, pero hemos crecido juntos. Ella tenía 18 años y yo estaba en los comienzos de mi nueva vida" y añadió que no descarta tener más hijos junto a ella.