El presentador, Jimmy Kimmel, conocido por su estilo satírico, ha sido suspendido tras sus comentarios sobre la muerte de Charlie Kirk y sus críticas a Donald Trump. Su historia es la de un niño católico de familia inmigrante que soñó con entretener y que, con esfuerzo, llegó a lo más alto de la televisión estadounidense. Hoy, su futuro es incierto.
Desde 2016 advirtió que no dejaría de hacer chistes sobre el entonces presidente y que, si debía elegir, priorizaría la libertad de expresión. Tras años de tensiones, la cadena ABC suspendió su programa ‘Jimmy Kimmel Live!’, de forma indefinida después de un comentado monólogo en el que cuestionó el papel del movimiento MAGA en la muerte de Charlie Kirk.
4Reacciones políticas y debate sobre libertad de expresión

El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, instó a las cadenas a retirar el programa y advirtió que podrían imponer multas o revocar licencias. «Estas empresas pueden encontrar maneras de cambiar su conducta y tomar medidas contra Kimmel, o la FCC tendrá que hacer más trabajo por delante», dijo en una entrevista.
En contraste, políticos demócratas salieron en defensa del presentador. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, calificó la suspensión de «indignante y repugnante». «Trump y sus aliados parecen querer silenciar la libertad de expresión que no les gusta escuchar. Eso no es lo que hacen las democracias. Eso es lo que hacen las autocracias», declaró a CNN.
Anna Gomez, comisionada demócrata de la FCC, coincidió: «Un acto de violencia política nunca debe ser explotado como justificación para una censura y un control más amplios». Mientras tanto, manifestantes se congregaron frente a los estudios de ABC en Hollywood para protestar por la suspensión, defendiendo el derecho del cómico a expresarse libremente.