El presentador, Jimmy Kimmel, conocido por su estilo satírico, ha sido suspendido tras sus comentarios sobre la muerte de Charlie Kirk y sus críticas a Donald Trump. Su historia es la de un niño católico de familia inmigrante que soñó con entretener y que, con esfuerzo, llegó a lo más alto de la televisión estadounidense. Hoy, su futuro es incierto.
Desde 2016 advirtió que no dejaría de hacer chistes sobre el entonces presidente y que, si debía elegir, priorizaría la libertad de expresión. Tras años de tensiones, la cadena ABC suspendió su programa ‘Jimmy Kimmel Live!’, de forma indefinida después de un comentado monólogo en el que cuestionó el papel del movimiento MAGA en la muerte de Charlie Kirk.
1Jimmy Kimmel el «monaguillo» que soñó con entretener

La historia personal de Jimmy Kimmel refleja las raíces de un presentador que no provenía del mundo del espectáculo. Nació en el seno de una familia católica de origen inmigrante. Sus abuelos maternos llegaron a Estados Unidos en 1883 desde Ischia, Italia, tras un devastador terremoto. Por el lado paterno, dos de sus tatarabuelos eran alemanes, de apellido Kümmel.
Kimmel no creció con vínculos en la industria televisiva. Sin embargo, con trabajo constante, logró abrirse paso hasta convertirse en una de las figuras más reconocidas de la televisión nocturna, según lo publicado en el diario El Mundo. En 2025 obtuvo también la nacionalidad italiana, un gesto que utilizó para lanzar críticas a Trump y sus políticas contra la inmigración. En Estados Unidos, Kimmel es un referente comparable a David Broncano, Pablo Motos o Marc Giró en España: presentadores que marcan la agenda del entretenimiento con su estilo.