¿Usas ChatGPT para contarle tus problemas? Estos son los riesgos a los que te enfrentas, según expertos

El auge de ChatGPT como supuesto sustituto terapéutico refleja las carencias del sistema de salud mental y el atractivo de las soluciones tecnológicas inmediatas, pero, ¿qué ponemos en riesgo?

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El debate sobre el papel de la inteligencia artificial en la atención psicológica se ha intensificado en los últimos tiempos. Cada vez más personas recurren a herramientas como ChatGPT en busca de orientación emocional, espiritual, astral, compañía o incluso respuestas sobre diagnósticos. Sin embargo, profesionales de la salud mental advierten que el uso de estos modelos en aspectos terapéuticos no está exento de riesgos.

Lo que para muchísimas personas representa una alternativa accesible y de bajo costo, para otros significa una amenaza en términos de seguridad, privacidad y ética clínica. La pregunta que domina entre los especialistas es: ¿ChatGPT es una innovación en la salud mental o un peligro para quienes lo usan como sustituto de un terapeuta?

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Potencial de la inteligencia artificial en la práctica clínica

Potencial de la inteligencia artificial en la práctica clínica
Potencial De La Inteligencia Artificial En La Práctica Clínica | Fuente: Pexels

Aunque los riesgos del mal uso de ChatGPT son evidentes, los especialistas también reconocen que la inteligencia artificial puede tener un papel complementario en la salud mental, pero que no debe sustituir a los profesionales de la psicología o la psiquiatría, o en general, a ningún profesional de la salud.

Curtiss ha experimentado con modelos de aprendizaje automático en la predicción de resultados de tratamiento, lo que le permite diseñar planes personalizados, sin dejar sus buenas Praxis. Hoffman coincide en que «podría ser una herramienta útil para profesionales clínicos en las admisiones y la evaluación, lo que les permitiría diseñar planes de tratamiento más personalizados. Sin embargo, requiere supervisión profesional y debe realizarse en plataformas seguras». Las conclusiones entre los académicos de Northeastern es que aunque ChatGPT tiene potencial en la salud mental, no debe reemplazar la terapia tradicional. 

Au resume la postura de muchos colegas al afirmar: «Tengo muchas esperanzas, aunque también muchas preocupaciones. Los principales agentes detrás de estas herramientas provienen del sector tecnológico y no de la práctica clínica, lo que puede motivar sesgos orientados al mercado más que al bienestar del paciente». En otras palabras, la inteligencia artificial puede abrir nuevas posibilidades para profesionales y pacientes, pero requiere regulación y acompañamiento.

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