La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha respondido a RTVE y a otras radiotelevisiones públicas europeas tras las quejas expresadas por la participación de Israel en el Festival de Eurovisión. El organismo organizador del evento afirmó que «toma nota» de estas preocupaciones y que están evaluando «las posibles consecuencias» tanto de mantener como de excluir al país hebreo de la próxima edición de Eurovisión.
RTVE anunció este martes que España no estará en Eurovisión 2026 si Israel sigue en la competición, convirtiéndose así en el primer miembro del Big Five —los cinco grandes financiadores del festival— en dar este paso. La reacción de la UER ha sido inmediata.
España, como parte del Big Five, no solo aporta estabilidad financiera, sino que también asegura con su presencia el peso institucional de la UER. La respuesta del organismo, que ya trasladó el caso a su Consejo Ejecutivo, revela que las tensiones políticas internacionales están traspasando los límites del entretenimiento.
2La presión del Big Five y el papel de España en Eurovisión

El Big Five es un bloque privilegiado dentro de Eurovisión. Desde 1996, estos cinco países tienen asegurada su participación en la final gracias a sus aportes financieros. En el caso de España, su contribución ronda el medio millón de euros anuales, lo que garantiza visibilidad en la gala final y estabilidad para RTVE como miembro fundador del concurso.
Por eso, la postura de la cadena pública española funge como una advertencia con peso real que preocupa a la UER. Si un miembro del Big Five se ausenta, la imagen económica del festival se debilita. En su comunicado, la UER insistió en que «junto con la emisora anfitriona, el Grupo de Referencia está evaluando los posibles impactos y consecuencias de cualquiera de las dos decisiones, con el fin de garantizar que puedan preverse con antelación».