Juan Dulase (34), ex-hacker y experto en fraude: «Nunca pagues en estos 3 lugares, clonamos tu tarjeta en menos de 10 segundos»

Un ex-hacker revela los puntos ciegos de nuestra rutina de pagos que los delincuentes explotan a diario. La clonación de una tarjeta es un proceso mucho más rápido y sencillo de lo que imaginas.

El fraude con tarjetas de crédito es una amenaza que todos sentimos lejana, hasta que un experto como Juan Dulase te mira a los ojos y lo desmonta todo. Su advertencia es tajante, y es que según él la mayoría de robos de datos ocurren en transacciones que consideramos seguras y rutinarias. «Nunca pagues en estos 3 lugares», insiste. ¿Qué sabe este ex-hacker que el resto de nosotros ignoramos por completo y que podría salvarnos de un buen susto?

La afirmación de Dulase de que «clonamos tu tarjeta en menos de 10 segundos» hiela la sangre, pero no busca el pánico, sino la conciencia. Su experiencia en el lado oscuro de la red le otorga una credibilidad que asusta, pues asegura que un delincuente experimentado solo necesita un instante de distracción para copiar la banda magnética o el chip. Este es el primer aviso de un tipo de fraude que no para de crecer y que se aprovecha de nuestra confianza.

EL PELIGRO ESTÁ DONDE MENOS TE LO ESPERAS

Los Escenarios Más Habituales De Nuestro Día A Día Son, Paradójicamente, Los Más Vulnerables.
Los Escenarios Más Habituales De Nuestro Día A Día Son, Paradójicamente, Los Más Vulnerables. Fuente Freepik.

Nos hemos acostumbrado a pagar con tarjeta absolutamente todo, desde un café hasta la compra semanal, con una confianza casi ciega. Creemos que la tecnología nos protege, que los bancos velan por nosotros, pero olvidamos el factor humano y la picaresca. Este exceso de confianza es el caldo de cultivo perfecto para un tipo de fraude silencioso, ya que los delincuentes no necesitan complejos ataques informáticos cuando pueden explotar las vulnerabilidades de los pagos físicos. La comodidad, a veces, nos vuelve descuidados.

Publicidad

Aquí llega la primera advertencia de Juan Dulase: las gasolineras de autoservicio. Esos terminales de pago exteriores, expuestos a la intemperie y a menudo sin vigilancia directa, son un objetivo de manual para instalar dispositivos de skimming. Estos aparatos, casi indetectables a simple vista, copian los datos de tu banda magnética, y por eso un simple gesto como repostar combustible puede convertirse en la puerta de entrada para un vaciado completo de tu cuenta corriente, un delito financiero que podrías tardar días en descubrir.

CAJEROS AUTOMÁTICOS MANIPULADOS: UN CLÁSICO QUE NUNCA MUERE

Pocos lugares concentran tanta confianza y tanto riesgo como un cajero automático. Mucha gente cree que los timos en estos terminales son cosa del pasado, pero nada más lejos de la realidad. Los métodos de los ciberdelincuentes se han sofisticado enormemente y ya no se limitan a un simple lector falso. Ahora combinan microcámaras casi invisibles para grabar tu PIN con carcasas superpuestas que clonan el chip de tu tarjeta, un tipo de fraude que puede dejarte sin blanca en cuestión de minutos.

Antes de introducir tu tarjeta en un cajero, sobre todo si está en una zona poco transitada o en el exterior, es fundamental realizar una pequeña inspección. Tira suavemente de la ranura de la tarjeta y del teclado. Si algo se mueve o parece un añadido postizo, no lo uses bajo ningún concepto, ya que los componentes originales de un cajero están sólidamente ensamblados y no deben tener ninguna holgura. Este sencillo gesto de precaución puede marcar la diferencia entre una operación segura y ser víctima de un timo muy desagradable.

PAGOS EN TERRAZAS Y RESTAURANTES: ¿CONFIANZA O TEMERIDAD?

El Momento En El Que Perdemos De Vista Nuestra Tarjeta Es El Instante De Máximo Riesgo.
El Momento En El Que Perdemos De Vista Nuestra Tarjeta Es El Instante De Máximo Riesgo. Fuente Freepik.

Llega el segundo lugar crítico de la lista de Dulase: los restaurantes, bares y terrazas. ¿Cuántas veces le hemos dado la tarjeta al camarero para que nos cobre en la barra? Ese gesto de aparente normalidad es una invitación al desastre. En los pocos segundos que tu tarjeta está fuera de tu vista, un empleado malintencionado puede pasarla por un pequeño clonador de bolsillo. Este es un tipo de fraude especialmente perverso, pues se aprovecha de la confianza depositada en el establecimiento para cometer el engaño digital sin levantar sospechas.

La solución parece evidente: pagar siempre en la mesa con un datáfono portátil. Sin embargo, incluso aquí existe un riesgo. La técnica del «cambiazo» consiste en que el delincuente tiene un TPV manipulado idéntico al del local. Cuando te descuidas, lo intercambia, procesa el pago y a la vez captura tus datos. Por eso, es vital no perder nunca el contacto visual con tu tarjeta durante todo el proceso de pago, asegurándote de que es insertada y retirada del terminal delante de tus propios ojos.

LA TECNOLOGÍA ‘CONTACTLESS’: ¿AMIGA O ENEMIGA?

La comodidad del pago sin contacto ha traído consigo nuevas formas de vulnerabilidad que debemos conocer. El contactless ha revolucionado nuestra forma de pagar por su rapidez y sencillez, pero esta comodidad tiene un precio. Los delincuentes utilizan dispositivos conocidos como TPV de proximidad, que pueden llevar ocultos en una mochila o un maletín. En lugares concurridos como el metro o un centro comercial, les basta con acercarse a tu bolsillo o bolso para realizar pequeños cargos sin que te des cuenta, un fraude de baja cuantía pero muy efectivo.

Protegerse de este tipo de ataque informático es más sencillo de lo que parece. Las carteras con protección RFID bloquean las señales de radiofrecuencia, impidiendo que estos lectores no autorizados puedan comunicarse con tus tarjetas. Se trata de una inversión mínima que añade una capa de seguridad fundamental en el día a día, porque esta tecnología de bloqueo crea un escudo invisible alrededor de tus tarjetas que frustra cualquier intento de clonación de tarjetas a distancia. Una solución simple para un problema cada vez más extendido.

Publicidad

RECUPERAR EL CONTROL: PEQUEÑOS GESTOS QUE MARCAN LA DIFERENCIA

La Mejor Defensa Contra El Engaño Es Una Combinación De Conocimiento Y Hábitos Seguros.
La Mejor Defensa Contra El Engaño Es Una Combinación De Conocimiento Y Hábitos Seguros. Fuente Freepik.

Más allá de evitar lugares concretos, la verdadera protección contra el fraude reside en nuestros hábitos diarios. Gestos tan simples como tapar el teclado con la mano al introducir el PIN, revisar los extractos bancarios con frecuencia o activar las notificaciones de pago en el móvil son cruciales. Otra herramienta poderosa son las tarjetas virtuales para compras online, pues utilizar una tarjeta de un solo uso o con saldo limitado para transacciones en internet minimiza el daño potencial en caso de un robo de datos.

La advertencia de Juan Dulase no debe llevarnos a la paranoia, sino a una sana desconfianza. El objetivo no es dejar de usar la tarjeta, sino hacerlo con más inteligencia y precaución. Asumir que el riesgo de fraude existe y que depende de nosotros minimizarlo es el primer paso. Al final, se trata de incorporar pequeñas rutinas de seguridad en nuestra vida, porque proteger tus finanzas personales no requiere ser un experto en ciberseguridad, sino un usuario consciente y atento.

Publicidad