Durante décadas, la pregunta sobre si alguna vez hubo vida en Marte ha sido uno de los grandes misterios de la exploración espacial. Pero, lo que antes parecía una hipótesis de la ciencia ficción, hoy parece conseguir respuestas gracias a las misiones de la NASA. El rover Perseverance ha hecho un recorrido por el cráter Jezero, un lugar donde hace miles de millones de años existió un gran lago, en este lugar, el vehículo ha recogido muestras que han despertado el interés científico.
Recientemente, la NASA ha presentado nuevas pruebas que sugieren la posibilidad de vida antigua en Marte. Muestras tomadas por el rover Perseverance en el cráter Jezero muestran formaciones químicas y minerales que, en la Tierra, se asocian a la descomposición de materia orgánica. Los investigadores destacan que estas «manchas de leopardo» y compuestos detectados podrían tratarse de biofirmas, aunque advierten que aún se requieren de otros estudios.
2Una investigación que acumula pistas

Desde su llegada en 2021, Perseverance ha recorrido varios kilómetros en Marte, recogiendo y almacenando un total de 30 muestras, que han sido depositadas en la superficie del cráter Jezero. Aún le quedan seis recipientes más para completar su misión en el planeta rojo. Entre estas rocas, varias han llamado la atención por contener materia orgánica, como en los objetivos bautizados por la NASA como «Cataratas de Chevaya», «Templo de Apolo» y «Praderas de Walhalla».
El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, presentó los datos en una conferencia de prensa. «Este puede ser el rastro de vida más claro que hemos visto en Marte», afirmó, destacando el potencial de lo encontrado. Duffy también relacionó el hallazgo con los planes de la agencia para mantener la presencia humana en la Luna y, a largo plazo, poder enviar astronautas a Marte.
Por su parte, Nicky Fox agregó que estas rocas muestran «manchas de leopardo que podrían haber creado formas de vida primitivas» y comparó las formaciones con «los restos de la comida de un microbio».
Por su parte, los investigadores españoles Alberto González Fairén y Felipe Gómez, coautores del estudio y citados por El País, destacan la importancia de continuar el programa de retorno de muestras. «En última instancia, el retorno de muestras de Marte para su estudio en la Tierra, incluida la muestra Cañón Zafiro, ofrecería la mejor oportunidad para entender los procesos que dieron lugar a las características únicas descritas», escriben en el informe.