En los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta cotidiana. Desde aplicaciones que recomiendan películas hasta asistentes virtuales que responden preguntas, la IA se ha infiltrado en nuestro día a día. Pero hay un ámbito donde su impacto está transformando silenciosamente la manera en que funcionan las empresas: el acceso a los datos.
Tradicionalmente, obtener información clave de una organización ha sido un proceso complejo. Requería conocimientos técnicos, tiempo y la intervención de departamentos especializados en informática. Esto hacía que muchas decisiones se retrasaran o, directamente, se tomaran sin la información adecuada. Hoy, gracias a la IA, ese obstáculo empieza a desaparecer.
El laberinto de los datos: el problema silencioso de las empresas
Imaginemos a un directivo que necesita saber cuántas ventas se han realizado este mes o a un médico que quiere consultar en segundos el número de pacientes atendidos en un área concreta. Hasta hace poco, ambos tenían que pedir ayuda al departamento técnico, esperar a que alguien generase una consulta informática compleja y luego recibir el informe. La dependencia de consultas técnicas en lenguaje SQL y de departamentos saturados ralentizaba la toma de decisiones.
La solución llega con AI Query, desarrollada por la compañía española Bismart, que convierte las bases de datos en un interlocutor al que se le pueden formular preguntas en lenguaje natural.
La propuesta es simple pero poderosa: permitir que cualquier persona pueda preguntar directamente a las bases de datos en lenguaje natural, como si hablara con un compañero de trabajo.
La IA que permite hablar con tus datos
La tecnología detrás de AI Query combina inteligencia artificial generativa y procesamiento del lenguaje natural (PLN).
En la práctica, esto significa que un usuario puede escribir preguntas como “¿Cuáles fueron los ingresos de la empresa en el último trimestre?” o “Muéstrame los pacientes atendidos en urgencias en las últimas 24 horas” y obtener la respuesta al instante, sin necesidad de saber programación ni manejar complicados sistemas
Lo más interesante es que no se trata solo de preguntas y respuestas aisladas: el sistema permite mantener conversaciones completas con los datos, ajustando la consulta según las necesidades del momento.
El caso de la sanidad: segundos que salvan vidas
Uno de los ejemplos más llamativos de esta innovación está en el sector sanitario. Una gran organización europea sufría constantes cuellos de botella porque sus médicos y gestores dependían de un equipo técnico reducido para acceder a datos críticos.
Con AI Query, la situación cambió radicalmente: los profesionales pudieron consultar la información en su propio lenguaje, sin intermediarios, y obtener resultados en tiempo real.
Los resultados hablan por sí solos:
- 70% menos de tiempo en consultas
- 20% más de agilidad en decisiones críticas
- 30% de liberación de recursos técnicos
Más allá de la sanidad: un aliado para cualquier sector
Aunque el ejemplo anterior es llamativo, las aplicaciones de AI Query van mucho más allá del sector salud. Desde el comercio minorista que necesita analizar tendencias de ventas, hasta el turismo que busca entender mejor a sus clientes, cualquier empresa que trabaje con datos puede beneficiarse de una solución que democratiza el análisis de datos, haciéndolos más accesibles, seguros y comprensibles.
Además, AI Query se integra fácilmente con herramientas de uso común como Power BI, lo que permite visualizar la información en cuadros de mando atractivos y fáciles de interpretar.
Datos al alcance de todos: la nueva era de la información
En un mundo en el que los datos son el nuevo “petróleo” de la economía, la diferencia entre una empresa competitiva y otra rezagada está en la rapidez y precisión con la que transforma esos datos en decisiones.
Con soluciones como AI Query, la inteligencia artificial deja de ser un concepto abstracto y se convierte en un aliado tangible que democratiza la información. No importa si se trata de un directivo, un médico o un responsable de marketing: todos pueden preguntar a los datos en su propio lenguaje y obtener respuestas claras, inmediatas y fiables.
En definitiva, hablar con los datos ya no es ciencia ficción, sino una realidad empresarial que está cambiando la forma en que trabajamos y decidimos.