Este espacio del dormitorio, normalmente ignorado en la limpieza habitual, puede provocar bloqueos emocionales y estancamiento vital cuando se encuentra congestionado, revelan los expertos en Feng Shui. La disciplina milenaria identifica esta área como la zona más crítica, donde la acumulación de objetos impide el libre flujo del «Chi» o energía vital, atrayendo malas energías.
Mantener este espacio de tu dormitorio limpio y ordenado siguiendo ciertas pautas específicas recomendadas por el Feng Shui, se convierte en una herramienta esencial para transformar no solo el ambiente, sino también el bienestar general de quienes descansan en ese espacio.
2El espacio crítico al que debes prestar atención: debajo de la cama

Los expertos en Feng Shui identifican el espacio debajo de la cama como el punto más problemático del dormitorio en cuanto a acumulación de malas energías. Esta área, normalmente utilizada como almacenamiento para ropa de cama o prendas de otras temporadas, se convierte en un foco de energía estancada cuando se encuentra abarrotada de objetos. La imposibilidad del «Chi» para circular libremente a través de este espacio genera consecuencias en la calidad del sueño, el estado de ánimo y la salud mental.
La práctica de almacenar objetos bajo la cama tiene repercusiones que van más allá del desorden. Según el Feng Shui, esta práctica puede generar inquietud, cansancio crónico y afectar la capacidad del descanso profundo. Los expertos insisten en la importancia de prestar atención a este espacio, ya que su estado influye en la salud física y mental de quienes utilizan la habitación.
El Feng Shui no prohíbe completamente el uso de este espacio para almacenamiento, incluso hay camas o cómodas que traen compartimientos para ello, pero establecen recomendaciones muy específicas para hacerlo sin sacrificar tu descanso y tu conexión con el «Chi».
✅ Sí (favorece el «Chi») | ❌ No (bloquea o altera el «Chi») |
Nada: lo ideal es mantener el espacio vacío para que el Chi fluya libremente. | Objetos pesados (maletas llenas, cajas con cosas acumuladas). |
Ropa de cama extra (sábanas, mantas) siempre ordenada en cajas de tela o contenedores ventilados. | Zapatos usados o sucios (atraen energía de cansancio y desgaste). |
Objetos ligeros relacionados con el descanso (cojines, edredones). | Aparatos electrónicos o cables (generan energía electromagnética que altera el sueño). |
Cajas organizadoras pequeñas y limpias (preferiblemente de tela o madera natural). | Documentos importantes, papeles viejos o libros (cargan el espacio de preocupaciones mentales). |
Nada que no genere apego emocional o preocupación. | Recuerdos dolorosos, fotos, cartas o cualquier objeto con carga emocional negativa. |
— | Dinero guardado, joyas o armas (crean ansiedad y sensación de inseguridad). |
— | Comida, botellas o productos de limpieza (energía impura y estancada). |
La clave reside en seleccionar qué objetos se almacenan y cómo se disponen debajo de la cama. El principio fundamental mantiene que cuanto más libre se encuentre este espacio, mejor circulará la energía y más beneficioso será para el descanso y la recuperación nocturna.