San Martín de Valdeiglesias, Villa del Prado y Navas del Rey han decidido reforzar la seguridad en sus calles a través de una medida conjunta que marca un antes y un después en la colaboración municipal. Junto a Pelayos de la Presa, Cadalso de los Vidrios y Aldea del Fresno, estos municipios del suroeste de Madrid han constituido una agrupación de Policía Local que permitirá disponer de 54 agentes para atender a una población cercana a los 30.000 habitantes.
El objetivo es claro; garantizar una respuesta más rápida y eficaz ante los problemas de seguridad que afectan a estas localidades rurales. El proyecto no se limita a la unión de efectivos, sino que cuenta con el respaldo financiero de la Comunidad de Madrid, que ha incrementado un 30% las ayudas destinadas a los municipios que comparten este servicio.
Este apoyo, integrado en la Estrategia de Seguridad Integral (ESICAM179), no solo cubre los gastos de personal, sino que también abre la puerta a la modernización de recursos como uniformes, vehículos y sistemas de comunicación. Con esta iniciativa, los consistorios buscan no quedarse atrás en un momento en que la presión sobre la seguridad ciudadana crece y exige soluciones coordinadas y sostenibles.
Una policía local compartida: seis municipios se unen para reforzar la seguridad ciudadana en espacios rurales de Madrid

Seis municipios del suroeste de Madrid (San Martín de Valdeiglesias, Villa del Prado, Navas del Rey, Pelayos de la Presa, Cadalso de los Vidrios y Aldea del Fresno) han decidido unir esfuerzos y constituir una agrupación de Policía Local conjunta. Esta iniciativa permite que los 54 agentes disponibles trabajen de manera coordinada, optimizando recursos y mejorando la cobertura en zonas rurales donde, hasta ahora, la atención policial se veía limitada por la dispersión geográfica y la falta de personal, una ausencia que se venía reflejando en el incremento de los hechos delictivos en estas zonas.
La creación de esta agrupación responde a una estrategia de seguridad integral diseñada para reducir los tiempos de respuesta ante incidentes (anteriormente el tiempo de espera podía extenderse más de lo normal) y garantizar una presencia policial constante en los municipios participantes. Además, la colaboración entre localidades facilita la gestión de emergencias, permite patrullas conjuntas y asegura que los vecinos cuenten con un servicio más eficaz sin necesidad de aumentar de manera individual las plantillas municipales.
Más recursos y coordinación: la Comunidad de Madrid aumenta las ayudas para mejorar el servicio

El Ejecutivo autonómico ha incrementado en un 30% las subvenciones destinadas a municipios que decidan compartir servicios de Policía Local, una medida que busca sufragar los gastos de personal y material. Estas ayudas forman parte de la Estrategia de Seguridad Integral (ESICAM179), cuyo presupuesto para 2025 asciende a 70,5 millones de euros, y que ya ha beneficiado a 110 ayuntamientos de la región.
La financiación permite adquirir uniformes, vehículos, dispositivos electrónicos de retención y mejorar los sistemas de comunicación, aumentando la eficacia de los agentes en el terreno. Este refuerzo económico también promueve la coordinación entre municipios vecinos, fomentando que pequeños consistorios que antes carecían de recursos suficientes puedan ofrecer un servicio policial de calidad, vamos que sin este incremento presupuestario en estas zonas, este grupo policial no se hubiese concretado en tan poco tiempo.
La combinación de financiación y colaboración entre localidades demuestra un enfoque estratégico de la Comunidad de Madrid para abordar la seguridad rural de manera integral y sostenible.
Respuesta inmediata: 54 agentes velarán por la tranquilidad de casi 30.000 vecinos del suroeste de Madrid

Con la agrupación ya constituida, los 54 agentes asignados a estos seis municipios pueden patrullar de manera continua y atender incidentes con mayor rapidez, cubriendo un territorio que agrupa a casi 30.000 habitantes, puede parecer poco el número de funcionarios, pero anteriormente la asistencia a estas zonas era casi nula. La nueva estructura permite que los agentes se distribuyan de forma eficiente, reforzando los puntos críticos y ofreciendo presencia policial en horarios y lugares donde antes era difícil garantizar vigilancia constante.
Además, la coordinación facilita la creación de unidades especializadas, como patrullas conjuntas o intervención rápida en emergencias, lo que reduce los tiempos de respuesta y mejora la percepción de seguridad entre los vecinos, quienes hoy día agradecen la formación de este grupo de funcionarios. Esta estrategia, combinada con el aumento de recursos y la planificación territorial, convierte a la nueva agrupación en un modelo para la seguridad rural en toda la Comunidad de Madrid.