Cuando todo gira sin control: por qué suceden los vértigos y cuáles son sus tratamientos

Pocas experiencias resultan tan desconcertantes como el vértigo. De repente, el mundo gira, el suelo parece moverse bajo los pies y el equilibrio, ese mecanismo tan automático como imprescindible, se vuelve frágil. Los vértigos constituyen una de las causas más frecuentes de consulta médica, especialmente en adultos a partir de los 40 años, y afectan gravemente a la calidad de vida de quienes los padecen.

“El vértigo no es simplemente un mareo: es una sensación intensa de movimiento que suele tener su origen en el oído interno, donde se encuentra nuestro principal sistema de equilibrio. Por eso, es importante que el paciente consulte a un especialista en otoneurología para un diagnóstico certero”, explica el Dr. Eduardo Martín Sanz, coordinador del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Toledo.

Dr. Martin Sanz Especialistsa Otorrinolaringologia Del Hospital Quironsalud Toledo
Dr. Eduardo Martín Sanz, Coordinador Del Servicio De Otorrinolaringología Del Hospital Quirónsalud Toledo.

Causas y síntomas

Aunque existen múltiples causas de vértigo —desde problemas neurológicos hasta alteraciones metabólicas o cardiológicas—, la gran mayoría de los casos tienen relación directa con el oído interno o laberinto. El vértigo más frecuente es el VPPB (vértigo posicional paroxístico benigno), provocado por el desplazamiento de pequeños cristales en el oído. Este fenómeno se traduce en episodios intensos cuando la persona gira la cabeza o cambia de posición, y puede presentarse en cualquier etapa de la vida, aunque es más habitual a partir de los 50 años.

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Los síntomas no se limitan a la sensación de giro: pueden incluir náuseas, vómitos, sudoración, inestabilidad y una ansiedad considerable, ya que el paciente suele temer la aparición de nuevos episodios. En algunos casos, el vértigo aparece de forma aislada; en otros, puede asociarse a enfermedades como la migraña vestibular o la enfermedad de Ménière, donde sí puede coexistir pérdida auditiva. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, el vértigo no se asocia necesariamente a una disminución de la audición.

En cuanto al impacto en la vida diaria, el vértigo puede ser verdaderamente incapacitante. Los afectados ven restringida su autonomía, limitan actividades como conducir, hacer ejercicio o incluso salir a la calle, por miedo a sufrir un episodio. Además, la posibilidad de que el vértigo reaparezca no es desdeñable: en patologías como el VPPB, la tasa de recurrencia puede alcanzar hasta el 40 %.

Opciones terapéuticas y tecnológicas

El diagnóstico es clínico y requiere una evaluación especializada que incluya una historia detallada y pruebas específicas para identificar la causa y el oído afectado. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, el vértigo de origen vestibular se puede controlar, mejorar e incluso curar. Las opciones terapéuticas varían según el tipo de vértigo: desde fármacos para aliviar las crisis más agudas, maniobras específicas que realiza el otoneurólogo en consulta, a cirugías que pueden en la mayoría de los casos, resolver definitivamente los episodios de vértigo.

Uno de los grandes avances en este campo es la introducción de la silla mecanizada rotatoria, una tecnología disponible en muy pocos centros en España debido a su elevado coste y la necesidad de personal altamente cualificado. Esta silla, especialmente útil en pacientes de edad avanzada, con problemas de movilidad o en casos complejos y resistentes a otros tratamientos, permite asegurar al paciente en cualquier posición y realizar maniobras con una precisión milimétrica. Además, mientras se ejecutan los movimientos, el especialista puede analizar parámetros que ayudan a identificar el oído afectado y realizar el tratamiento más adecuado.

“Lo más interesante de esta silla es que permite conocer cuál es el oído afectado y hacer maniobras para reponer las partículas que se habían descolocado, incluso en pacientes que antes no podían beneficiarse de otros procedimientos”, subraya el Dr. Martín Sanz.

En definitiva, aunque el vértigo puede llegar a ser desesperante y limitar la vida cotidiana, los avances diagnósticos y terapéuticos permiten, en la mayoría de los casos, recuperar la confianza y la estabilidad. La clave está en acudir al especialista y no resignarse a vivir con un mundo que da vueltas.

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