Millones de estudiantes de español en todo el mundo coinciden en una misma percepción: el idioma suena rápido. No se trata de una impresión mínima o subjetiva. La ciencia lingüística ha demostrado que el español se encuentra entre los idiomas más rápidos del planeta, empatado con el japonés, según diversos estudios. La explicación se esconde en la fonética y en la estructura del idioma en sí, para ello, un experto en la materia ha dado los detalles sobre este curioso dato.
El divulgador estadounidense Conor Sullivan, especializado en fonética, ha explicado en un vídeo viral de TikTok con más de 2,5 millones de visualizaciones, hasta el momento de esta publicación, por qué los hablantes de español parecen hablar tan deprisa. Sus aclaraciones han abierto nuevamente el debate que no solo interesa a los estudiantes del idioma español, sino también a quienes, siendo hablantes nativos, nos enfrentamos a la velocidad de ciertos acentos.
2Comparaciones con otros idiomas y la importancia de la fonética

La velocidad del idioma español o con la que lo hablamos, no significa que se diga más en menos tiempo, sino que cada sílaba transmite menos carga informativa en comparación con otros idiomas. De ahí que un mismo mensaje pueda necesitar el mismo tiempo en inglés o francés, aunque el español se perciba más rápido.
El idioma japonés comparte características similares. Se trata de un idioma con sílabas uniformes, cortas y consistentes que genera la misma sensación de velocidad que el español. Ambos lenguajes, a pesar de sus amplias diferencias culturales y geográficas, coinciden en una estructura silábica sencilla que favorece el ritmo.
Más allá de la curiosidad de este dato, Sullivan advierte a aquellos que están aprendiendo el idioma español: «Si no sabes cómo procesar los sonidos del español a esa velocidad, te vas a perder mucho». Su consejo a los estudiantes de español es que la clave está en entrenar la escucha y comprender la lógica fonética del idioma para poder adaptarse al ritmo.
Para los no nativos, el idioma español puede ser más que un desafío. Existen varios elementos que pueden influir en lo complicado, o no, que puede ser aprender el idioma, entre ellos están: la rapidez, sumada a los distintos acentos y giros regionales, esto obliga a quienes estudian la lengua a dedicar tiempo a la práctica auditiva. Sin embargo, la simplicidad del sistema de vocales y la regularidad de la fonética termina siendo una ventaja en el proceso de aprendizaje.