Dormir en pareja es uno de los placeres que muchos disfrutan, pero también despierta curiosidad, no solo porque implica compartir un espacio íntimo, sino porque la forma en que duermen revelaría aspectos emocionales y hasta físicos de la relación. Entre todas las posturas posibles, la más popular y representada en el imaginario romántico es la de dormir de cucharita.
Esta conocida posición, en la que uno de los dos en la pareja, abraza por detrás al otro. Sin embargo, más allá de lo romántico, vale la pena preguntarse: ¿realmente es tan cómoda y beneficiosa como nos han hecho creer? En conversaciones cotidianas con amigos y conocidos, muchas personas admiten que la idea de dormir de cucharita con sus parejas es atractiva, pero no siempre resulta lo suficientemente cómoda como para pasar toda la noche en esa posición.
Por lo que podemos escuchar comentarios como: «¿Me gusta? Sí, ¿tanto como para pasar así toda la noche? No». Entonces, ¿es la cucharita solo una imagen idílica sobre dormir en pareja o realmente es una práctica que, bien llevada, puede mejorar la salud emocional y calidad del descanso?
3Cómo dormir de cucharita sin renunciar a la comodidad del descanso

Aunque los beneficios son mucho, no todas las parejas logran dormir de cucharita durante toda la noche. La incomodidad de la posición, el calor o la falta de espacio pueden ser obstáculos habituales. Para evitar que esto se convierta en un problema, los expertos sugieren buscar un equilibrio que se adapte a los deseos de cada miembro. No es necesario mantener la postura toda la noche para beneficiarse de sus ventajas.
Alba Povedano recuerda que «no hay que olvidar que algunas hormonas se generan por cómo te puedes sentir en ese momento, y no por el contacto físico». Saber que tu pareja está durmiendo a tu lado ya puede transmitir confianza y una sensación de calma, incluso si cada uno duerme en su lado de la cama sin tocarse.