Dormir en pareja es uno de los placeres que muchos disfrutan, pero también despierta curiosidad, no solo porque implica compartir un espacio íntimo, sino porque la forma en que duermen revelaría aspectos emocionales y hasta físicos de la relación. Entre todas las posturas posibles, la más popular y representada en el imaginario romántico es la de dormir de cucharita.
Esta conocida posición, en la que uno de los dos en la pareja, abraza por detrás al otro. Sin embargo, más allá de lo romántico, vale la pena preguntarse: ¿realmente es tan cómoda y beneficiosa como nos han hecho creer? En conversaciones cotidianas con amigos y conocidos, muchas personas admiten que la idea de dormir de cucharita con sus parejas es atractiva, pero no siempre resulta lo suficientemente cómoda como para pasar toda la noche en esa posición.
Por lo que podemos escuchar comentarios como: «¿Me gusta? Sí, ¿tanto como para pasar así toda la noche? No». Entonces, ¿es la cucharita solo una imagen idílica sobre dormir en pareja o realmente es una práctica que, bien llevada, puede mejorar la salud emocional y calidad del descanso?
1Dormir de cucharita con tu pareja, ¿qué hay detrás?

En el terreno emocional e íntimo, la postura de dormir de cucharita con tu pareja tiene mucho que decir sobre la dinámica de la relación. Según los expertos en comunicación no verbal del Instituto del Sueño, «hacer la cucharita es una de las posturas más románticas». Los analistas aseguran que esta posición refleja un fuerte deseo de contacto físico, un nivel alto de satisfacción sexual y, en muchos casos, una gran confianza entre los miembros de la relación.
Pero, más allá de lo romántico que resulta ser visualmente, la cucharita define roles en la pareja. El miembro que abraza refleja, según el Instituto del Sueño, «un deseo de protección», mientras que quien recibe el abrazo por la espalda proyecta confianza, entrega y cierto grado de dependencia emocional.
Sin embargo, como explica la sexóloga clínica Alba Povedano, abordadas por El Español, lo más importante es que la postura sea cómoda para ambos: «A veces nos gustará ser quienes abracemos por detrás, y otras nos gustará ser abrazados». La especialista también agrega que muchas veces la elección de quién abraza y quién recibe «surge de manera natural según la anatomía de cada pareja», lo que facilita un descanso sin tensiones.
No obstante, dormir de cucharita no siempre se puede mantener durante toda la noche. Patti Wood, experta en lenguaje corporal, habla del concepto de «falsa cucharita», donde las parejas comienzan a dormir abrazadas y después se separan. Para ella, pasar unos minutos en contacto antes de dormir es suficiente para reforzar el vínculo sin sacrificar el descanso: «10 minutos de contacto y luego, espalda con espalda, mejor».