Este tipo de esmaltes de uñas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer y la UE prohíbe su uso a partir del 1 de septiembre

El adiós a estos esmaltes de uñas genera un amplio debate en el mundo de la manicura. La medida de la Unión Europea pretende proteger la salud de los consumidores, obligando a toda la industria a dar un paso hacia fórmulas más seguras y sostenibles.

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El sector de la manicura en Europa se prepara para un cambio drástico. A partir del 1 de septiembre, la UE prohibirá el uso de estos esmaltes de uñas porque contienen un ingrediente específico en los esmaltes de gel y semipermanentes que no se puede seguir comercializando. 

Esta medida  afecta a consumidores y a profesionales, obligando a la industria a reemplazar sus productos en un plazo inmediato. La decisión fue tomada debido a evidencias científicas sobre los riesgos para la salud que este componente puede generar.

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Por qué se retiran estos esmaltes de uñas del mercado Europeo

Por qué se retiran estos esmaltes de uñas del mercado Europeo
Se retiran los esmaltes de uñas TPO del mercado Europeo | Fuente: Pexels

El TPO ofrecía grandes ventajas técnicas en el mundo de la manicura: buena exposición del color, baja tendencia al amarillamiento y un curado rápido. Gracias a estas ventajas, se convirtió en un producto infaltable en la manicura profesional. No obstante, la Comisión Europea lo ha clasificado como una sustancia CMR de categoría 1B, es decir, se sospecha que puede resultar perjudicial para la reproducción.

Durante años, el TPO se consideró un ingrediente seguro para el tratamiento de las uñas, pero las investigaciones más recientes desecharon esa teoría. En el corto plazo, el uso de estos esmaltes de uñas puede provocar irritación cutánea, enrojecimiento de la piel, reacciones alérgicas y molestias en los ojos o en las vías respiratorias. Sin embargo, los problemas más severos aparecen con la exposición continuada o prolongada: acumulación en el organismo, alteraciones en el sistema reproductivo, posibles mutaciones genéticas e incluso un aumento del riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer.

Con esta información tan alarmante, la decisión de la Unión Europea era inevitable. «Los productos de belleza no pueden comprometer la salud de los ciudadanos; es nuestra responsabilidad garantizar que lo que utilizamos a diario no represente un peligro a largo plazo», subrayó un portavoz de la Comisión Europea.

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