En toda Andalucía existe un debate silencioso que enciende las cocinas cada verano. Pocos lo admiten en voz alta, pero la receta del gazpacho se ha convertido en una cuestión de estado familiar en esta tierra andaluza. ¿Es posible que un solo ingrediente esté detrás de tantas miradas de reojo en las comidas de domingo? La respuesta te va a sorprender.
Lo que parece una simple elección culinaria esconde mucho más. En el fondo, el pepino es el ingrediente de la discordia que separa dos formas de entender la tradición en el sur de España. Es el detalle que diferencia una sopa refrescante de un auténtico tesoro gastronómico. Sigue leyendo, porque vamos a desvelar por qué la receta original no deja lugar a dudas y un chef sevillano tiene la clave.
3EL PEPINO, ESE INVITADO QUE SIEMPRE "REPITE"

Más allá de la tradición, hay una razón organoléptica de peso. El famoso 'repetir' del pepino no es un mito, y es que la digestión del pepino puede resultar pesada y provocar que su sabor perdure horas después. Este efecto eclipsa por completo la delicadeza del tomate maduro, la base de esta herencia culinaria sureña que tanto se valora.
El objetivo de un buen gazpacho en Andalucía no es solo quitar la sed. Se busca una experiencia gustativa compleja, donde un gazpacho excelente debe ser refrescante pero sutil, sin un sabor que se imponga sobre los demás. El pepino, con su fuerte personalidad, rompe esa armonía y convierte una sinfonía de sabores en un monólogo.