Durante este verano, España se ha visto sorprendida por un fenómeno tan desagradable como peligroso: el reto viral de defecar en piscinas. Lo que algunos jóvenes consideran una «broma» para grabar en redes sociales, en realidad se ha convertido en un problema de salud pública que ya ha provocado el cierre temporal de más de 300 instalaciones acuáticas en distintas comunidades autónomas.
El asunto no solo causa indignación entre los bañistas y vecinos afectados, sino que también obliga a los ayuntamientos a destinar recursos extraordinarios en limpieza, análisis sanitarios y medidas de seguridad extremas, justo en plena ola de calor.
3Riesgos sanitarios y protocolos de actuación

Las autoridades sanitarias de España han advertido en varias ocasiones del riesgo que supone bañarse en agua contaminada con materia fecal. El contacto con heces puede transmitir bacterias como E. coli, Salmonella o Shigella; parásitos como Giardia; y virus como la hepatitis A. Los niños, que suelen tragar agua al nadar, son los más vulnerables a estas infecciones.
El protocolo de seguridad en estos casos exige el cierre inmediato de la piscina, vaciado parcial o total, hipercloración del agua y análisis bacteriológicos exhaustivos antes de permitir la reapertura. Este proceso puede durar entre 24 y 48 horas. El médico Adrián Vázquez, adjunto de urgencias en el Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC), lo resumía así en declaraciones citadas por El Español: «La presencia de heces en una piscina representa un riesgo significativo para la salud pública, ya que puede transmitir diversas enfermedades infecciosas». Según explicó, entre los patógenos más frecuentes se encuentran «E. coli, Cryptosporidium, Norovirus y otros», capaces de provocar diarrea, fiebre, vómitos e incluso infecciones graves como hepatitis A o fiebre tifoidea.
Expertos en redes sociales explican que este reto ya circulaba en plataformas como TikTok desde 2018, aunque este verano ha resurgido con fuerza en España. Las autoridades recuerdan que quienes participen en esta práctica pueden enfrentarse a sanciones económicas y responsabilidades penales por delitos contra la salud pública. En Galicia, varias piscinas públicas también se han visto afectadas por este reto viral. Entre ellas, las de Ordes, Moeche, Xinzo de Limia y Monterroso. Todas tuvieron que cerrar temporalmente para llevar a cabo desinfecciones exhaustivas.