Ejercicios para ejercitar tu memoria que de verdad funcionan (y no son lo que imaginas)

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La memoria es como un músculo: si no se usa, se oxida. Pero no basta con hacer sudokus o aprenderse listas interminables de palabras, porque eso, aunque ayuda, no es la clave. Muchas veces, lo que necesita nuestro cerebro para recordar mejor es justo lo que menos practicamos. El reto está en incorporar pequeños hábitos que, casi sin darte cuenta, transforman tu capacidad para retener y recuperar información.

Y lo más curioso es que la mayoría de estos ejercicios para entrenar la mente no requieren horas de esfuerzo, sino momentos bien aprovechados. La memoria mejora cuando se combina estimulación mental, movimiento y emociones positivas. El truco está en convertirlos en parte de tu vida diaria, como quien se cepilla los dientes o prepara el café de la mañana.

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EL ARTE DE CONTAR HISTORIAS

Fuente: Freepik

Recordar datos sueltos es complicado, pero integrarlos en una narrativa los vuelve casi imborrables. Por eso, las civilizaciones orales transmitieron conocimientos durante siglos sin necesidad de escritura. Nuestro cerebro está diseñado para recordar historias, no listas interminables. Usar esta estrategia convierte la memorización en algo más natural y menos mecánico.

Un buen truco es explicar en voz alta lo que quieres recordar, como si se lo contaras a alguien que no sabe nada del tema. Al verbalizar y dar sentido a la información, la memoria la almacena de forma más sólida y accesible. Además, hacerlo con un toque de humor o emoción aumenta aún más su eficacia.

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