Imágenes de conejos con tentáculos negros en la cabeza o extrañas protuberancias negras en su rostro han invadido las redes sociales recientemente, generando desde fascinación hasta temor por un posible virus peligroso que podría propagarse entre humanos.
Pero, ¿qué hay realmente detrás de estas impactantes deformaciones? Autoridades y expertos ya tienen la respuesta a este fenómeno que ha impactado tanto a curiosos, como a organismos sanitarios y ecológicos del mundo. ¿Estamos ante una posible amenaza?
3El impacto local del extraño virus en conejos silvestres

El brote de conejos con tentáculos negros en la cabeza o protuberancias negras en su rostro, no es solo un fenómeno viral en internet, está causando un verdadero revuelo entre los residentes de Colorado. Todo comenzó cuando un vecino de Fort Collins, ciudad ubicada a unos 105 kilómetros al norte de Denver, reportó el primer caso visible el viernes pasado. Desde entonces, como confirmó Van Hoose, las llamadas al departamento de vida silvestre no han parado.
La reacción de los testigos es casi unánime: «Estamos tan acostumbrados a ver conejos, que se preguntan: ‘Dios mío, ¿qué tiene en la cara?’», relató Van Hoose. «La gente sabe perfectamente cómo debe verse un conejo normal, y esto claramente no lo es». Esta no es la primera vez que los conejos acaparan titulares este mes, recordemos el caso de los conejos abandonados tras una sesión fotográfica de Anna Delvey en Brooklyn, pero sin duda los conejos con tentáculos negros en la cabeza es más preocupante desde el punto de vista ecológico.
Aspecto | Detalles |
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Causa de los brotes | Virus del papiloma de Shope (CRPV), que provoca verrugas alargadas |
Transmisión | A través de insectos como garrapatas, pulgas y mosquitos |
Peligro para humanos/pets | Ninguno; el virus es específico de conejos |
Recomendación | Observar desde la distancia; no tocarlos; cuidar conejos domésticos |
Recuperación | En conejos silvestres, suele ser espontánea; domésticos requieren atención veterinaria |
El contagio del papiloma en conejos silvestres ocurre principalmente en verano, cuando pulgas y mosquitos, principales vectores del virus, están más activos. «No existe cura ni tratamiento», advirtió Van Hoose, lo que deja a las autoridades con pocas opciones más que monitorear la situación y calmar a los vecinos de la zona.