En la televisión, pocas cosas atraen tanto como una historia de superación. Sin embargo, no siempre lo que vemos en pantalla refleja toda la verdad. El estreno en Netflix del documental ‘The Biggest Loser: La verdad del reality para perder peso’ ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la idealización del «cuerpo perfecto» y las consecuencias que esta presión puede tener en quienes se someten a ella.
A través de testimonios directos de concursantes, entrenadores y productores, esta producción expone lo que el público no vio durante las 18 temporadas del exitoso programa estadounidense que mostró la transformación de los participantes durante su proceso de perder peso.
4Otros programas con la misma fórmula de ‘The Biggest Loser’

A lo largo de los años, la televisión española ha probado diferentes formatos que combinan entretenimiento con salud y pérdida de peso. Entre ellos destacan La Báscula o Adelgaza como puedas, emitido en DKISS, que seguían la competencia por lograr la mayor transformación física.
También hubo programas como Cambio Radical o Gran-Diosa, que se enfocaban especialmente en mujeres y buscaban reforzar la autoestima y el bienestar. Otro ejemplo es Mi vida con 300 kilos, un espacio que mostraba de manera directa las dificultades que enfrentan personas con obesidad mórbida, así como los tratamientos médicos, el apoyo psicológico y el respaldo familiar necesarios para un cambio real.
El estreno del documental en Netflix reabre una conversación necesaria: cómo se representa la salud y el cuerpo en televisión. Mostrar historias diversas y realistas es clave para desmontar estereotipos y reducir la presión social que sufren muchas personas.
‘The Biggest Loser’ se convirtió en uno de los fenómenos más vistos de su época y redefinió la historia de los programas de transformación física. Su éxito fue indiscutible, pero también dejó al descubierto la presión constante a la que se sometía a los concursantes, las lesiones y las consecuencias emocionales que algunos arrastran hasta hoy