Este modo del móvil es el botón del pánico que todos tenemos y casi nadie utiliza, un salvavidas digital oculto que puede alargar la vida de tu teléfono de forma espectacular. Imagina la escena: estás de viaje, sin batería externa y sin un enchufe a la vista, mientras ves cómo el porcentaje de tu batería cae en picado. En ese momento, la mayoría de los teléfonos modernos esconden una función de emergencia que puede multiplicar la duración de la batería. Es un secreto a voces que te permitirá seguir conectado cuando más lo necesitas.
No hablamos del típico modo de ahorro de energía que limita un par de funciones, sino de un auténtico “modo supervivencia” para tu móvil. Es una medida drástica, casi un viaje al pasado tecnológico, que convierte tu sofisticado smartphone en un dispositivo de comunicación básico pero increíblemente eficiente. Precisamente, este modo transforma tu teléfono inteligente en un dispositivo de comunicación básico, desactivando todo lo no esencial. Antes de dar por perdido tu día por falta de batería, deberías saber que la solución está a un par de toques de distancia.
3LA CIENCIA DEL SILENCIO: POR QUÉ FUNCIONA TAN BIEN

El secreto de su asombrosa eficacia reside en que ataca sin piedad a los tres grandes vampiros de la batería de cualquier móvil moderno. El primero y más evidente es la pantalla. Los paneles OLED o LCD de alta resolución son devoradores de energía, especialmente cuando muestran colores brillantes. Al cambiar a un tema oscuro y simplificado, el consumo se desploma. Por este motivo, la pantalla es el componente que más energía consume en un smartphone moderno, y este modo ataca ese gasto de raíz. Solo con este cambio, el ahorro es ya considerable.
El segundo gran enemigo es el procesador, el cerebro del teléfono, que trabaja sin descanso incluso cuando no lo estás usando. Cientos de procesos se ejecutan en segundo plano para mantener tus aplicaciones actualizadas y listas para funcionar al instante. Este modo los aniquila. Así, al limitar las tareas en segundo plano, el procesador del dispositivo entra en un estado de reposo profundo, reduciendo su consumo a la mínima expresión. Finalmente, ataca a las antenas de conectividad, otro gran foco de gasto, limitando su uso al mínimo. Es una estrategia de tierra quemada contra el consumo.