Tener un déjà vu es una de las experiencias más comunes y a la vez más extrañas que podemos experimentar los seres humanos. De pronto, en medio de una situación completamente nueva, te invade una certeza absoluta: esto ya lo has vivido. No es un recuerdo nítido, sino una sensación, es una sensación de familiaridad tan intensa como fugaz que desconcierta a nuestro cerebro por completo y que, durante unos segundos, parece suspender las leyes del tiempo y la lógica. Es una punzada de reconocimiento que nos deja preguntándonos si somos capaces de ver el futuro o si, simplemente, nuestra mente nos está jugando una mala pasada.
Pero, ¿y si te dijera que esa extraña certeza no tiene nada de paranormal y sí mucho de neurociencia? Durante décadas, este fenómeno ha alimentado todo tipo de teorías, desde las vidas pasadas hasta las premoniciones. Sin embargo, los científicos llevan años investigando los mecanismos que se esconden detrás de lo que conocemos como déjà vu, y sus conclusiones son fascinantes. Lejos de ser un portal a otra dimensión, la ciencia cree que este fenómeno es en realidad un pequeño error de procesamiento en el cerebro, una especie de ‘glitch’ o desajuste temporal en el complejo sistema de nuestra memoria. Una trampa que nos tiende nuestra propia mente.
3EL ‘CORTOCIRCUITO’ CEREBRAL QUE LO EXPLICA TODO
Entonces, ¿cuál es la explicación científica más aceptada? La teoría principal apunta a un brevísimo retraso en la transmisión de información dentro del cerebro. Cuando percibimos algo, la información viaja por distintas vías neuronales para ser procesada. La hipótesis del «doble procesamiento» sugiere que, en ocasiones, una de esas vías se ralentiza una fracción de segundo. Así, la misma información llega a nuestro centro de la conciencia dos veces con un desfase mínimo. La primera vez la registramos como una percepción nueva, y la segunda, que llega milisegundos después, el cerebro la interpreta por error como si fuera un recuerdo que ya teníamos almacenado, provocando el déjà vu.
Este pequeño cortocircuito cerebral es totalmente inofensivo y explica perfectamente la naturaleza dual del fenómeno. El cerebro, al recibir esa segunda señal duplicada, la procesa a través del hipocampo, la estructura encargada de la memoria a largo plazo. Al mismo tiempo, otras áreas cerebrales, como la corteza prefrontal, encargada del pensamiento racional, detectan que algo no cuadra. Se da cuenta de que no hay un recuerdo real que coincida con esa sensación de familiaridad. Este conflicto interno es lo que genera esa sensación de extrañeza tan particular del déjà vu y esa falsa percepción del recuerdo.