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Borrar cookies no sirve de nada: un experto en datos revela lo que realmente debes hacer para protegerte

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El ritual de borrar las cookies del navegador es casi un acto reflejo para millones de personas. Lo hacemos después de comprar online, al cerrar una sesión de trabajo o simplemente cuando nos asalta un vago sentimiento de culpa digital, como si estuviéramos limpiando las migas de nuestra actividad en la red. Es un gesto que nos han enseñado como la panacea de la privacidad, porque esta acción nos da una falsa sensación de control sobre nuestra privacidad online. Pero, ¿y si te dijera que ese gesto es, en gran medida, un placebo? ¿Y si la verdadera vigilancia se produce por una puerta trasera que ni siquiera sabes que existe?

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La cruda realidad, confirmada por expertos en ciberseguridad y protección de datos, es que el debate sobre la gestión de las cookies se ha quedado obsoleto. La tecnología de rastreo ha evolucionado a una velocidad endiablada, dejando nuestras viejas costumbres de «limpieza» completamente inútiles. El problema ya no es ese pequeño archivo de texto que se guarda en tu ordenador, porque el verdadero sistema de rastreo es mucho más sofisticado, persistente e invisible que las simples cookies. Sigue leyendo, porque lo que vas a descubrir a continuación no es un truco, sino un cambio de mentalidad fundamental para navegar de forma segura.

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EL MÉTODO INFALIBLE DEL EXPERTO: LA CAJA DE HERRAMIENTAS REAL

Fuente: Freepik

Entonces, si borrar las cookies y usar el modo incógnito son placebos, ¿qué podemos hacer de verdad? Aquí es donde entra en juego el consejo del experto, que no se basa en un solo truco, sino en una combinación de herramientas y hábitos. Lo primero y más fundamental es elegir y configurar bien tu navegador. Navegadores como Brave (que bloquea rastreadores por defecto) o Firefox (con su protección antitrastreo mejorada activada en modo estricto) son infinitamente superiores a las opciones más populares en su configuración estándar. Porque, al final, la configuración de tu navegador es tu primera y más poderosa línea de defensa contra la vigilancia online.

El segundo paso es instalar extensiones de confianza. Hay dos que son imprescindibles. La primera es un bloqueador de anuncios robusto como uBlock Origin, que no solo quita la publicidad molesta, sino que también bloquea la mayoría de los dominios de rastreo. La segunda es Privacy Badger, una extensión creada por la Electronic Frontier Foundation que aprende a detectar y bloquear rastreadores invisibles de terceros. No son la panacea, pero sí un escudo muy eficaz, ya que estas herramientas actúan como un guardaespaldas digital que intercepta a los espías antes de que puedan recopilar tus datos.

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