Irse de vacaciones debería ser sinónimo de desconexión total, pero a veces dejamos pequeños cabos sueltos en casa que podrían jugar en nuestra contra. Desenchufar los electrodomésticos antes de salir de viaje puede parecer una tontería, pero en realidad es una de esas decisiones que marcan la diferencia. Ahorrar energía, evitar sustos eléctricos y alargar la vida útil de tus aparatos está en tu mano con un simple gesto. Si todavía dudas, espera a conocer todo lo que se esconde detrás de un enchufe.
Más allá del típico consejo de apagar luces y cerrar llaves de paso, el tema de los aparatos del hogar es mucho más importante de lo que imaginamos. Los electrodomésticos consumen aunque estén “apagados” y eso puede darte una sorpresa en la factura. Entre el consumo fantasma, los posibles picos de tensión y el riesgo de averías por tormentas, hay más motivos de peso que excusas para dejarlo pasar.
1LA AMENAZA SILENCIOSA DEL CONSUMO FANTASMA

Puede que creas que si la tele está apagada, no gasta. Error. Muchos electrodomésticos siguen consumiendo energía aunque no estén en uso, lo que se conoce como consumo fantasma o standby. Un router encendido durante tus vacaciones puede tirar de la luz igual que si estuvieras viendo Netflix todo el día. Y eso, multiplicado por varios aparatos, hace que la factura suba sin que nadie esté en casa.
Este goteo invisible no solo afecta a tu bolsillo. También tiene impacto ambiental, porque mantener todos los electrodomésticos enchufados implica un uso innecesario de recursos. El simple hecho de desenchufar puede reducir tu huella energética sin esfuerzo alguno. Nunca está de más pensar en el planeta cuando basta un gesto para ayudar.