A lo largo de la historia, los tsunamis han demostrado ser una de las fuerzas naturales más devastadoras del planeta. Al contrario de lo que sucede con las olas comunes, que genera el viento, estos fenómenos tienen lugar como consecuencia de perturbaciones masivas que desplazan la columna de agua de forma vertical. Este es el caso de deslizamientos de tierra, terremotos submarinos o erupciones volcánicas, entre otros.
Este tipo de fenómenos crean olas que, en aguas profundas, viajan a velocidad que pueden alcanzar incluso los 800 km/h, con longitudes de onda de 100 a 200 kilómetros. Aunque al acercarse a la costa pierden velocidad, ganan altura y tienen un alto potencial destructivo.
1CHICXULUB, UN TSUNAMI QUE CAMBIO LA VIDA EN EL PLANETA TIERRA

El mayor tsunami registrado geológicamente tuvo lugar cuando un asteroide de 15 kilómetro de diámetro llamado Chicxulub, que impactó en Yucatán. Generó olas iniciales de 1,5 kilómetros de altura que golpearon el Golfo de México a 300 km/h, depositando sedimentos marinos que llegaron incluso a Arkansas, en el interior de los Estados Unidos.
Las aguas inundaron continentes en apenas unas horas, haciendo que se extinguiesen el 75% de las especies, incluidos los dinosaurios. Este es un evento documentado en capas de iridio y cuarzo que muestra que los tsunamis son capaces de cambiar el planeta, no solo afectar a las ciudades y países afectados.