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Cómo elegir el mejor TPV: 10 consejos

Un TPV (terminal punto de venta) no es solo una herramienta de cobro. Es, en muchos casos, el corazón de cualquier negocio comercial. Por eso, escoger el adecuado es una decisión muy importante, vamos a arrojar algo de luz sobre este asunto con unos buenos consejos.

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¿Por qué un TPV adecuado es fundamental para mi negocio?

Contar con un buen sistema de TPV puede marcar una diferencia importante en el día a día de tu tienda. No hablamos solo de rapidez al cobrar, sino de tener bajo control todos los aspectos del negocio y en tiempo real.

Muchas soluciones actuales permiten conectar lo que ocurre en tu punto de venta con tu tienda online, almacenes, marketplaces o incluso redes de distribución mayorista. Esta visión unificada omnicanal es clave para quienes venden tanto a cliente final como a otras empresas.

Un sistema escalable que se adapta a cada etapa de crecimiento, ayuda a gestionar desde el stock. Así pues, esto contempla desde la contabilidad, pasando por promociones, pedidos, devoluciones o la relación con tus clientes. Además, ahora tienen que cumplir con la Ley Antifraude, y tienen que estar certificados, para que tengas la tranquilidad de cumplir con la legislación de facturación.

En definitiva, más allá de vender, el TPV debe ayudarte a entender qué ocurre en tu negocio y a tomar mejores decisiones.

¿Qué debemos buscar en un TPV? 10 consejos a tener en cuenta

Antes de decidirte por una solución concreta, conviene revisar ciertos aspectos que marcan la diferencia. Aquí tienes diez puntos que conviene que valores antes de tu compra. Para ello, infórmate y que te confirmen los comerciales que su software para tiendas lo implementa:

  1. Control de stock unificado:
    El sistema debe centralizar la gestión del inventario, lo que evita confusiones y mejora la eficiencia.
  2. Integración total entre canales:
    Busca una solución que conecte tu tienda física, online y almacenes. Esto es innegociable.
  3. Gestión omnicanal real:
    Debe ofrecer una visión clara de todos los movimientos, sin importar el canal por donde entran los pedidos, es básico.
  4. Pedidos centralizados:
    Que puedas ver y organizar los pedidos de forma unificada, esto te ahorrará muchos dolores de cabeza.
  5. Disponibilidad extendida:
    Aunque no tengas stock en tienda, un buen sistema debe permitir seguir vendiendo a través del llamado «pasillo infinito». Por lo tanto, asegúrate de que esto esté integrado.
  6. Reposiciones automatizadas:
    Una funcionalidad clave que te permite mantener niveles adecuados de inventario sin intervención manual.
  7. Evita roturas y exceso de producto:
    Gracias a herramientas de análisis, es posible ajustar el stock de forma dinámica, según las ventas. Tenlo en cuenta también.
  8. Uso en distintos dispositivos:
    Que funcione tanto en terminales físicos como en móviles o tablets, dando flexibilidad al equipo.
  9. Gestión de promociones y fidelización:
    Es útil que facilite crear campañas, cupones o sistemas de puntos para retener clientes. Fidelizar es la clave para la evolución de tu negocio.
  10. Agilidad operativa:
    Por supuesto, la interfaz debe ser clara, rápida, usable y adaptada a las necesidades del día a día de tu tienda.

Conclusión

Un TPV no es solo una herramienta más; es una inversión estratégica. Elegir bien puede ayudarte a vender más, trabajar mejor y tener una visión clara de tu negocio. Si estás en busca de una solución completa y flexible, estos software para tiendas te permitirán gestionar ventas, pedidos, inventario y mucho más desde un único lugar.

Apuesta por una herramienta que acompañe tu crecimiento y fortalezca tu negocio. Además, este certificado en la Ley antifraude es de obligado cumplimiento a partir del 1 de enero del 2025, por lo que el uso de TPVs no certificados puede ocasionar sanciones.

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