La expresión ‘pubertad puma’ ha empezado a viralizarse en redes sociales, especialmente en TikTok, como una manera desenfadada y directa de referirse a la que conocemos como perimenopausia. Lejos de ser un simple término moderno, esta etiqueta ha servido para visibilizar un tema que, durante mucho tiempo, ha permanecido al margen de las conversaciones: los cambios hormonales y físicos que atraviesan muchas mujeres antes de la menopausia.
A través de testimonios como el de Amanda, una mujer de 42 años que comenzó a experimentar síntomas sin saber exactamente a qué se debía, el fenómeno ha ganado fuerza. Según relató a Euronews Health, Amanda empezó a notar sofocos, insomnio y menstruaciones irregulares. «Supuse que todo estaba relacionado con el estrés», comentó. Sin embargo, al acudir a su médico y realizarse diversos análisis, no encontró respuestas claras hasta después de un año, cuando se detectó que su producción ovárica estaba disminuyendo. Este tipo de historias son más comunes de lo que parecen, pero muchas veces quedan sin diagnóstico por la falta de información y por los tabúes sociales.
4El papel de las redes en visibilizar la perimenopausia

El término ‘pubertad puma’ refleja un cambio importante en la forma en que se abordan los temas de salud femenina. Lejos de los eufemismos o del silencio, cada vez más mujeres recurren a redes sociales para compartir su experiencia sin tabúes.
Todo comenzó con una publicación en TikTok donde una usuaria definió la perimenopausia como ‘pubertad puma’. La expresión, que juega con la idea de una “segunda adolescencia” a la inversa, término que fue bien recibido, con humor y complicidad, por muchas mujeres que se sienten representadas. «Pubertad puma. Me gusta el nombre. Prueba a llamar a tus sofocos momentos tropicales, suena a vacaciones», se lee en uno de los comentarios que más interacciones generó en la red social.
El hecho de que muchas mujeres estén ahora compartiendo su experiencia abiertamente contribuye a una mayor concienciación. «La visibilidad y las experiencias compartidas que estamos viendo ahora -especialmente en internet- están ayudando a mejorar las conversaciones y a aumentar unos conocimientos que deberían haber formado parte de la atención sanitaria general durante décadas», concluye la especialista.