A medida que cumplimos años, nos encontramos con que nuestra piel comienza a dar síntomas que muestran el paso del tiempo. Uno de los signos más evidentes que nos muestran que cumplimos años son las arrugas que aparecen en nuestra piel, un asunto que siempre ha sido objeto de interés por parte de la comunidad científica.
Hasta el momento se creía que dichas arrugas eran producto de la compresión de la piel, pero ahora un nuevo estudio desafía este pensamiento y ha conseguido detectar cuál es el verdadero culpable de que la piel se arrugue al envejecer, en un avance que puede ser clave para frenarlo.
5CAMBIO DE PARADIGMA SOBRE LAS ARRUGAS

Una vez conocido el «test del flamenco» con el que poder predecir cómo estamos envejeciendo en un solo minuto, también hay que destacar que uno de los principales hallazgos encontrados es cómo cambia el volumen de la piel. Cuando la proporción de Poisson se sitúa por encima del 0,5 quiere decir que la piel se deforma, pero también pierde volumen al estirarse.
Las muestras más viejas perdieron una mayor cantidad de líquido durante el estiramiento, lo que muestra que la piel se comporta más como una esponja porosa. La sustancia que rodea las fibras de elastina y colágeno y se exprime hacia fuera, lo que incrementa la vulnerabilidad del tejido al plegado.