El fichaje de Marcus Smart por Los Angeles Lakers ha sido uno de los movimientos más destacados de la agencia libre del equipo más famoso de la NBA. Primero, porque es un exterior de perfil defensivo que necesitaba el equipo al lado de Luka Doncic. Segundo, porque los Lakers están bastante limitados salarialmente y supone una buena firma por poco valor (11 millones de dólares en dos años, con opción de jugador el segundo). Y tercero, y más importante, porque el escolta ha sido un icono de los Boston Celtics, su máximo rival.
Lo fue hasta el punto de pintarse el pelo de verde durante su etapa en Massachusetts en el equipo en el que fue elegido en la sexta posición del Draft de 2014. El texano estuvo nueve años en los Celtics y se erigió prácticamente capitán, en corazón y en la pista. Pero la NBA no tiene piedad con nadie y los directivos decidieron traspasarle en verano de 2023 a Memphis Grizzlies como parte de un traspaso a tres bandas que llevó a Kristaps Porzingis a vestir la camiseta de Boston. Esa misma temporada, ganaron el anillo.
«Me dijeron que todo estaba bien después de preguntar varias veces. Me dirigí a ellos diciendo algo así como ‘Estoy escuchando rumores, ¿qué está pasando?’ Y ellos me dijeron: ‘Nada. Todo está bien, todo está bien’. Poco después me enteré del traspaso a través de la cuenta de Twitter de Shams Charania [el insider], antes que por el que aún era mi equipo», declaró Smart tras su salida.

Una puñalada que no le sentó muy bien a un hombre que sangró verde durante casi toda su carrera. Ahora, firma por los Lakers, algo que podría considerarse como una venganza. Hablamos de la mayor rivalidad histórica del baloncesto NBA, desde la época de Bill Russell y Jerry West, pasando por la etapa de Larry Bird y Magic Johnson y llegando hasta la rivalidad entre los equipos liderados por Paul Pierce y Kobe Bryant.
42 jugadores han jugado para Lakers y Celtics
Con Marcus Smart ya serán 42 los jugadores que han vestido tanto de verde como de oro y púrpura en algún momento de sus carreras deportivas, según los datos que extraemos del portal estadístico Basketball Reference. Smart puede ser el que más le haya dolido a los aficionados de una de las dos franquicias implicadas, pero desde luego no es el jugador de mayor renombre que ha cometido la «traición», ya sea de Conferencia Este a Oeste o al revés.
El mejor de los jugadores que ha llevado ambas camisetas es, sin duda, Shaquille O’Neal. Campeón en tres ocasiones con Los Angeles Lakers, liderándolos como mejor jugador en las Finales de 2000, 2001 y 2002, tiene hasta el dorsal 32 retirado en el equipo californiano. Jugó ocho temporadas allí, pero recaló en Boston Celtics en 2010 para estar solo un año, el último de su carrera profesional en la liga. Un periodo que muchos consideran innecesario, pero que ahí está.
Shaquille O’Neal ha sido el mejor jugador que ha vestido las camisetas de Los Angeles Lakers y Boston Celtics, aunque en los primeros fue una figura importante y en los segundos solo recaló durante su última temporada
También encontramos otro nombre propio más reciente. Hablamos de Rajon Rondo, el base que dirigió el juego de los Celtics de 2006 a 2014 y que jugó también un solo año en Los Ángeles. ¿Lo más curioso de Rondo? Que ganó dos títulos en su carrera, uno con Boston y otro con los Lakers, pese a haber militado solo en 2021 en este último.

Otros protagonistas de estas «traiciones» son los Hall of Famers Gary Payton, Don Nelson o Clyde Lovellete, aunque hay muchos más en la lista. En los ochenta, Bob McAdoo. En los dos mil, Rick Fox, y más recientemente, Isaiah Thomas, Avery Bradley o el base alemán Dennis Schröder. Sin duda, personalidades que, de una manera u otra, han seguido contribuyendo a hacer más grande la rivalidad entre Celtics y Lakers, una por la que la propia NBA pagaría todo lo que tiene con tal de que esta volviera a estar tan en el foco como en los años ochenta.