Mucho se ha analizado y se ha hablado sobre la sostenibilidad de las pensiones en España. Pero la precariedad laboral se agrava aún más a cada año que pasa, los jóvenes son incapaces de salir de casa de sus padres y la vivienda ya está en máximos históricos, imposibilitando adquirir una, pero también haciendo muy difícil alquilar a precios asequibles.
Según recoge el diario El País, las cuentas de 2024 recogen un aumento de 30.000 millones de gasto público, de los cuales 17.000 pertenecían a las prestaciones sociales, la mayor parte corresponden a las pensiones.
LOS JÓVENES TIENEN DILAPIDADAS SUS OPCIONES PARA UNA FUTURA JUBILACIÓN ANTES DE LOS 70 O CONSEGUIR UNA VIVIENDA EN PROPIEDAD
Pero el informe Presente y futuro de la juventud española, publicado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), dilapida las opciones de los más jóvenes para poder contar con una jubilación antes de los 70 años. Pero además acentúa el foco en la precariedad laboral. Además, se apunta a que la edad de jubilación se retrasará seis años, hasta los 71 años, para las personas que actualmente tienen entre 16 y 29 años.
Aquí, con otros estudios como el de Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA, se señala que la baja tasa de empleo juvenil, situada en un 43,2% frente al 58,7% en 2007, y la entrada cada vez más tardía en el mercado laboral dificultarán que los jóvenes logren los 37 años cotizados necesarios en 2027 para jubilarse a los 67 años con el 100% de la pensión.

En muchos casos, solo alcanzarán los 30 años de cotización en 2065, lo que obligará a retrasar la edad de jubilación hasta los 71 años para evitar recortes sustanciales en la cuantía de la pensión.
Por otra parte, la precariedad laboral de los jóvenes tiene un coste para la economía española del 2,27% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que evita que se incorporen 950.000 nuevos ocupados en el mercado laboral.
DESEMPLEO ELEVADO, PRECARIEDAD LABORAL Y SALARIOS BAJOS
Este colectivo no encuentra las puertas del mercado laboral abiertas «de par en par», lo que reduce su participación en este y, por consiguiente, aumenta su tasa de paro.
El desempleo es un problema estructural del mercado laboral español, especialmente para la población joven. La tasa de paro juvenil –de entre 15 y 29 años– se situó en el 22,4% en el 2022, prácticamente duplicando a la del promedio de la UE (11,3%).
Asimismo, este estudio sostiene que España se sitúa como el país de toda la OCDE con la mayor proporción de jóvenes que tras terminar sus estudios no obtiene un trabajo y, por tanto, pasa a estar desempleada. En España el porcentaje es del 9,1% frente a la media de este grupo de países que se sitúa en el 3,8%.
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que incrementa las cotizaciones de los trabajadores actuales para sostener el sistema, también penaliza a los jóvenes, que deberán hacer mayores aportaciones sin recibir necesariamente mejores prestaciones. El resultado es una generación más exigida en términos contributivos pero con menores perspectivas de retorno.
LA VIVIENDA, EN SUBIDAS MÁXIMAS HISTÓRICAS
En cuanto a la vivienda, en el año 2024, el mercado experimentó la mayor subida histórica, con un incremento anual del 8,4% en el precio de la vivienda de segunda mano, según el análisis del Índice Inmobiliario Fotocasa. La situación no ha cambiado en absoluto en el primer semestre de 2025, en mayo, el precio de la vivienda creció un 14,8% y en junio un 7,5%.
Eso para los jóvenes que quieren comprar una casa, pero los que buscan un alquiler lo tienen igual de complicado. En junio, las rentas subieron un 4,4% en comparación con el primer trimestre del año, alcanzando un crecimiento interanual del 9,7%, según los datos de Idealista.

El informe Juventud y Empresa que la Fundación PwC y el Círculo de Empresarios presentó el pasado mes de enero recoge que la precariedad laboral de los jóvenes en comparación con la de la población general, tiene un coste para la economía española del 2,27% del Producto Interior Bruto (PIB).
En el apartado de los salarios la cosa no mejora. Los jóvenes de entre 16 y 29 años cuentan con unas remuneraciones que son un 34% inferiores a la media. «El progreso de sus ingresos a lo largo de la vida laboral está siendo más lento, pues mientras las cohortes anteriores alcanzaban una base de cotización similar a la media antes de los 27 años, actualmente, los adultos jóvenes a los 34 años todavía no la han alcanzado», añaden.
- Más información: Los jóvenes en España, incapaces de comprar una vivienda