A menudo subestimados como simples tentempiés para calmar el hambre, los frutos secos son mucho más que eso. Cuando se consumen al natural y con moderación, se transforman en auténticas joyas nutricionales con beneficios comprobados para la salud.
Con un perfil cargado de grasas saludables, antioxidantes, minerales y vitaminas, los futuros secos pueden jugar un papel crucial en la prevención de enfermedades y en el fortalecimiento del cuerpo. En este artículo te contaremos por qué estos pequeños alimentos son amados por los nutricionistas. ¡No te lo pierdas!
5Huesos fuertes y músculos agradecidos

Muchas veces se asocia el cuidado de los huesos exclusivamente con el calcio, pero hay otros nutrientes igual de importantes. Y los frutos secos los tienen casi todos. Las ciruelas secas, por ejemplo, han demostrado ser un excelente apoyo para la salud ósea. Contienen polifenoles, compuestos bioactivos que ayudan a reducir la inflamación que puede deteriorar el tejido óseo. Además, son fuente de vitamina K, vital para la formación y mantenimiento de una estructura ósea fuerte.
Esta vitamina, poco mencionada pero esencial, favorece la fijación del calcio en los huesos y su deficiencia ha sido relacionada con una menor densidad ósea. Por eso, sumar frutos secos a la alimentación cotidiana también puede ser una forma natural de prevenir enfermedades como la osteoporosis. Y si a esto le sumamos su aporte en proteínas vegetales, estamos hablando de una ayuda integral para el sistema músculo-esquelético. Todo sin necesidad de suplementos artificiales.