En los últimos meses, hablar de pensiones, ayudas sociales o de la prestación por desempleo ha dejado de ser un asunto técnico para convertirse en una preocupación constante en miles de hogares. Cada decisión de la Seguridad Social repercute directamente en la economía doméstica, y esta vez no ha sido la excepción. Un aviso del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), casi imperceptible, esconde una reforma que puede hacerte perder más de 1.000 euros al año sin darte cuenta.
El cambio afecta al sistema de pagos para quienes se han quedado sin empleo. Lo que parecía un alivio económico para los primeros meses de paro, se ha transformado en un recorte progresivo que golpea con más fuerza justo cuando más se necesita estabilidad. En este artículo te contaremos qué ha cambiado, a quién perjudica más y por qué miles de personas ya sienten el impacto en su bolsillo sin haberlo previsto.
1Una reforma del SEPE que llegó sin hacer ruido

El nuevo esquema de la prestación por desempleo fue introducido mediante el Real Decreto-Ley 2/2024, y aunque se presentó con tono técnico y sin demasiada difusión, ya está afectando los ingresos de muchos desempleados. En apariencia, la medida parecía beneficiosa: durante los primeros seis meses, se paga el 95 % del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), lo que equivale a unos 570 euros mensuales.
Pero el problema surge después. A partir del séptimo mes, el importe baja al 90 % del IPREM, es decir, unos 540 euros. Y si la situación de desempleo se prolonga hasta el año, el recorte continúa: el beneficiario pasa a cobrar solo el 80 % (aproximadamente 480 euros). Así, quien atraviesa doce meses sin encontrar empleo pierde, en total, alrededor de 1.080 euros respecto al modelo anterior, donde el importe era fijo desde el inicio hasta el final de la prestación.
La reforma del SEPE no fue anunciada con bombos y platillos. De hecho, se presentó casi como un ajuste técnico, sin destacar sus efectos reales. Pero hoy, a ocho meses de su aplicación, ya se nota la diferencia en las cuentas de quienes dependen exclusivamente de esta ayuda para sobrevivir.