La ansiedad es un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos internos o externos que la persona considera amenazantes o peligrosos, y que se acompaña de un sentimiento desagradable. A diferencia de lo que sucede con el miedo, el sujeto desconoce el objetivo, siendo una amenaza para la que existe una dificultad para responder a ella.
Las consecuencias de la ansiedad pueden ser muy variadas y afectar tanto a la salud física como mental de una persona, tales como problemas para conciliar el sueño, dolores musculares, problemas en relaciones personales y laborales, depresión, etcétera. Sin embargo, ahora la ciencia explica cuáles son las 5 estrategias más eficaces para reducir la ansiedad de forma natural.
6CAMBIO EN LOS HÁBITOS PARA TRATAR LA ANSIEDAD

Llevar a cabo cambios en el estilo de vida es clave para moderar este problema, y el dormir bien debe convertirse en una prioridad. Esto implica mantener unos horarios regulares y evitar las pantallas en la cama, así como limitar o eliminar determinadas sustancias como la cafeína, que puede agravar el nerviosismo. El alcohol y el tabaco también deben ser evitados, ya que incrementan las posibilidades de desarrollar este tipo de trastornos.
A estos cambios hay que sumar la necesidad de seguir una alimentación sana y equilibrada, rica en hidratos de carbono complejos, frutas, vegetales y proteínas magras, que puede hacer que se mejore el estado de ánimo. Dentro de las pautas alimenticias a seguir se encuentra el tratar de evitar los ultraprocesados, azúcares y aditivos químicos.