Todos los organismos interpretan el mundo a través de los sentidos, y la ciencia tiene claro que los cinco más populares (oído, vista, tacto, olfato y gusto) son probablemente insuficientes para poder abordar las diferentes interacciones con el ambiente que nos rodea, y en el intestino puede estar la clave.
Los científicos han conseguido encontrar un «sexto sentido» en el intestino que puede ser clave de cara a conseguir la regulación del apetito, en un descubrimiento que refleja la existencia de un sistema sensorial que permite a los microbios intestinales comunicarse con el cerebro.
2EL SISTEMA SENSORIAL QUE CONECTA INTESTINO Y CEREBRO

La infraestructura sensitiva que han localizado los investigadores consideran que sirve para poder conocer lo que sucede en el entorno intestinal, detectar nutrientes y guiar las decisiones sobre el apetito. De esta forma, este «sexto sentido» puede ser clave para entender cómo el intestino detecta los microbios y cómo estos influyen en el comportamiento, así como el cerebro puede tener influencia sobre el microbioma.
Se considera que el cerebro y el intestino tienen un «sistema sensorial» para comunicar la información de lo que está sucediendo en el ecosistema microbiano. Esto es algo que sucede de forma rápida, directa e independiente a la respuesta inmunológica o metabólica que pueden ocasionar los microbios.