Especial 20 Aniversario

La escapada perfecta para los amantes del vino: un recorrido por las bodegas de La Rioja

-

Organizar una escapada a La Rioja es sumergirse en una cultura donde el vino es el indiscutible protagonista. Esta tierra, bañada por el Ebro, ofrece un viaje sensorial que va mucho más allá de la simple cata. Aquí, los viñedos se extienden como un manto infinito que cambia de color con las estaciones, creando un espectáculo visual que prepara el espíritu para lo que está por venir. Es una invitación a desconectar del mundanal ruido y conectar con la esencia de una tradición centenaria, un lugar donde cada copa cuenta una historia y cada bodega es un templo del buen hacer, configurando una experiencia inolvidable.

Publicidad

Lo que hace realmente especial a la Ruta del Vino de La Rioja es su capacidad para sorprender al visitante a cada paso. No se trata únicamente de degustar caldos excepcionales, sino de vivir una experiencia completa. Desde bodegas subterráneas con siglos de historia hasta arquitecturas vanguardistas que desafían la imaginación, la región ofrece un contraste fascinante que enriquece cada momento del viaje, convirtiendo la visita en un recuerdo imborrable. Esta dualidad convierte una simple visita en una promesa de descubrimiento constante que se renueva con cada sorbo y cada paisaje contemplado, tentando al viajero a volver una y otra vez.

2
TRADICIÓN Y VANGUARDIA: BODEGAS PARA TODOS LOS GUSTOS

Adentrarse en una bodega tradicional riojana es como viajar en el tiempo. Muchas de ellas conservan los «calados», galerías subterráneas excavadas hace siglos que mantienen unas condiciones de temperatura y humedad constantes de forma natural. Recorrer estos pasillos silenciosos y llenos de historia, donde el moho noble recubre las paredes y el olor a barrica impregna el ambiente, es una experiencia casi mística que conecta directamente con los orígenes de la viticultura en la zona. Esta es una parada obligatoria para cualquiera que busque una escapada con sabor a autenticidad y respeto por el legado.

En el extremo opuesto, La Rioja ha sabido abrazar la modernidad con una audacia espectacular. Bodegas diseñadas por arquitectos de renombre mundial como Frank Gehry o Santiago Calatrava se alzan en medio de los viñedos como esculturas futuristas. Estas catedrales del vino no solo son visualmente impactantes, sino que albergan la tecnología más avanzada para la elaboración de caldos de altísima calidad, demostrando que innovación y tradición pueden coexistir en perfecta armonía. Esta dualidad asegura que cada tipo de viajero encuentre en su escapada una bodega que se ajuste a sus gustos e intereses.

Publicidad