El día de ayer se confirmó, en horas del día, la noticia sobre el fallecimiento de Ozzy Osbourne, a los 76 años. La leyenda del heavy metal ha dejado un vacío en el mundo del rock. Ozzy Osbourne deja un legado indiscutible en la industria musical. No solo fue la voz y el rostro de una banda fundacional del heavy metal, sino que supo reinventarse como solista y convertirse en una figura mediática de auténtico culto.
Fue un superviviente en lo personal y un creador incansable en lo artístico. Su vida reflejó excesos, resistencia y libertad. Su familia comunicó su fallecimiento a través de redes sociales con estas palabras: «Con una tristeza que no se puede expresar con palabras, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor». Te contamos cómo fue la vida del ícono que marcó un antes y un después en el heavy metal mundial.
2Renacimiento bajo la influencia de Sharon

Después de su salida de Sabbath, Ozzy conoce a Sharon Arden —quien se convertiría en su esposa y mánager— el impulso que necesitaba para reconstruir su vida, personal y artística. Con ella al frente de su carrera, lanzó dos álbumes de gran repercusión mundial: Blizzard of Ozz y Diary of a Madman, que incluyeron éxitos como “Crazy Train” y “Mr. Crowley”. Su alucinante personalidad, llena de excentricidades, lo consolidó como una figura popular que rompía esquemas dentro y fuera de la música.
En los años 2000, Ozzy alcanzó mayor notoriedad más allá del escenario gracias al reality The Osbournes, que ofrecía un vistazo a su vida familiar junto a Sharon y sus hijos. La serie mostraba una faceta más cotidiana, alejada de su rebeldía legendaria, y ayudó a humanizarlo ante el público masivo. En esa dinámica, Kelly Osbourne, su hija, emergió como una figura mediática por derecho propio.