Especial 20 Aniversario

Casi un millón y medio de ciudadanos desafían a la UE: «Están destruyendo los videojuegos»

Los videojuegos están en peligro. Es una de las frases que acuña la iniciativa ciudadana europea Stop Killing Games, una reivindicación ante la Unión Europea (UE) en defensa de los derechos de los consumidores y de la conservación de los juegos. Protestan por las cláusulas abusivas de muchas editoras y por el hecho de que muchos títulos quedan inservibles o injugables cuando se finaliza el soporte.

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En el momento de escribir estas líneas, llevan casi 1.4 millones de firmas recogidas en la petición de la UE, cifra objetivo fijada por los organizadores para tener en cuenta las declaraciones de apoyo que puedan ser invalidadas por los Estados miembros en el proceso de verificación. Los jugadores europeos alzan la voz por el hecho de que cada vez más videojuegos dependen de servidores centrales, lo cual supone el peligro de que el acceso a ellos se vuelva imposible con posterioridad a su compra. De hecho, en la inmensa mayoría de los casos el consumidor no tiene ninguna capacidad de remediar este problema.

«¡Están destruyendo los videojuegos! La mayoría de los videojuegos funcionan indefinidamente, pero cada vez más están diseñados para dejar de funcionar tan pronto como los editores dejan de proporcionar soporte. Esto supone un robo a los clientes, destruye los juegos como forma de arte y es algo innecesario,» explican desde la iniciativa ciudadana europea Stop Killing Games.

Peticion Ue Videojuegos
Fuente: Stop Killing Games

Aseguran que la práctica de imposibilitar de forma intencionada el acceso a los videojuegos sienta un precedente muy peligroso respecto del derecho de propiedad de los consumidores, señalando que los productos se comercializan generalmente mediante contratos de licencia que contienen cláusulas manifiestamente abusivas para quienes deciden adquirirlos.

Stop Killing Games pide una regulación para que no se imposibilite de forma intencionada el acceso a los videojuegos cuando finaliza el soporte

Sobre esto último, ponen como ejemplo Ubisoft, la compañía mundialmente conocida y creadora de sagas como Assassin’s Creed o Far Cry, que tiene casos como el título de conducción The Crew, que fue retirado de las tiendas. Ubisoft tiene la siguiente cláusula en su contrato de licencia para el usuario final (CLUF) que obliga a aceptar al jugador:

«Este CLUF se mantendrá en vigor desde la fecha en que haya adquirido, descargado o utilizado el producto y hasta su resolución con arreglo a sus Términos y condiciones. Usted y Ubisoft (o sus licenciadores) podrán dar por resuelto este CLUF en cualquier momento y por cualquier motivo. (…) Tras su resolución, por los motivos que fueren, usted deberá desinstalar inmediatamente el producto y destruir todas las copias del mismo que obren en su poder».

Los portavoces de Stop Killing Games, que definen su causa como un movimiento de consumidores iniciado para desafiar la legalidad de que los editores destruyan videojuegos que han vendido a los clientes, aseguran que este tipo de acciones ejemplifican las condiciones abusivas que a menudo se impone a los consumidores y que dificultan aún más las iniciativas que intentan conservar los videojuegos con fines históricos.

Las reivindicaciones de Stop Killing Games a la UE

La iniciativa busca aprobar una nueva ley en la UE para poner fin a esta práctica, e insta a la Unión Europea a garantizar que los consumidores puedan conservar el acceso en un estado razonablemente jugable a los videojuegos que compren, incluso después de que cese el soporte oficial, sin que ello conlleve ninguna expectativa o dependencia adicional de soporte por parte de su editor.

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Stop Killing Games Iniciativa Videojuegos
Fuente: Stop Killing Games

En primer lugar, la propuesta pondría como requisito que los videojuegos vendidos se mantengan en un estado operativo cuando finalice el soporte. En segundo lugar, sería obligatorio requerir que no haya conexiones con el editor después de que finalice el soporte de un videojuego. Por último, piden no interferir con ninguna práctica comercial mientras un juego todavía tiene soporte.

«Un número creciente de videojuegos se venden como bienes sin fecha de expiración declarada, pero diseñados para ser completamente injugables tan pronto como termine el soporte del editor. Esta práctica es una forma de obsolescencia planificada y no solo es perjudicial para los clientes, sino que hace que la preservación sea efectivamente imposible», apuntan.

Es una forma de obsolescencia planificada y no solo es perjudicial para los clientes, sino que hace que la preservación sea efectivamente imposible

Iniciativa ciudadana europea Stop Killing Games

Animan a los ciudadanos europeos a firmar la petición a la UE mientras esperan las decisiones de varios gobiernos como el de Francia o Alemania, países donde se han llevado a cabo intentos para una nueva regulación tras haber escalado el problema en agencias de consumidores. En otros como Reino Unido hay una petición independiente abierta. Afirman que la recogida de firmas es la opción más poderosa a su disposición, pero requiere una gran cantidad de participación ciudadana de países de la UE para aprobarse.

«Si podemos alcanzar el umbral de firmas, hay una muy fuerte posibilidad de que la UE apruebe una nueva ley que, además de proteger los derechos de los consumidores para retener los videojuegos que han comprado, también ayudaría a los esfuerzos de preservación enormemente», explican.

Medidas De La Comisión Europea Para Garantizar Una Experiencia Más Segura En Los Videojuegos
Fuente: Agencias

Por contra, desde Video Games Europe, la asociación que reúne en Europa a las principales compañías de videojuegos, se ha posicionado en contra de la iniciativa Stop Killing Games. Las empresas rechazan cualquier propuesta de mantener los juegos online más allá del tiempo que estimen oportuno y consideran que es un derecho que tienen las empresas editoras como las legítimas dueñas.

Dicen que los consumidores únicamente adquieren una licencia para jugar. «La decisión de suspender los servicios en línea es multifacética, nunca se toma a la ligera y debe ser una opción para las empresas cuando una experiencia en línea ya no es comercialmente viable», reza un breve comunicado emitido.

Definen los videojuegos no como obras, sino como «entretenimiento interactivo que combina numerosos elementos de creación artística e intelectual con programación de software e infraestructura de servidores».

Mientras, el vicepresidente del Parlamento Europeo, Nicu Stefanuta, ha apoyado la iniciativa ciudadana europea de Stop Killing Games. «Apoyo a quienes iniciaron esta iniciativa ciudadana. He firmado y seguiré ayudándolos. Un juego, una vez vendido, pertenece al cliente, no a la empresa», ha declarado.

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