Aunque muchos optan por las clásicas nueces o almendras como snacks saludables, hay un fruto seco que viene ganando protagonismo entre nutricionistas y médicos. Se trata de las castañas de cajú, también conocidas como anacardos o nueces de la India. Poco a poco, este alimento proveniente de Brasil se convierte en una pieza clave dentro de las dietas más equilibradas.
Su sabor suave, textura cremosa y beneficios nutricionales lo posicionan como un alimento ideal para cuidar la piel, reforzar el sistema inmune y hasta prevenir enfermedades crónicas. Gracias a su contenido único de vitaminas y minerales, las castañas de cajú se abren paso entre los superalimentos más valorados de los últimos años.
1Un alimento exótico que cada vez se vuelve más común

A pesar de que su nombre todavía no suena con la misma fuerza que otros frutos secos, las castañas de cajú están ganando terreno entre quienes buscan alternativas sanas y sabrosas para picar entre comidas. Este alimento crece en regiones tropicales, principalmente en Brasil, pero también en África y el sudeste asiático.
Lo curioso es que lo que comúnmente conocemos como castaña de cajú no es en realidad una nuez, sino la semilla que cuelga de una fruta carnosa, llamada manzana de cajú. A simple vista, su forma es llamativa y algo extraña, pero su perfil nutricional la vuelve más que interesante.
Una de sus cualidades más sorprendentes es que contiene hasta cinco veces más vitamina C que una naranja, lo que convierte a este alimento en una fuente inmejorable para fortalecer el sistema inmunológico, cuidar la piel y prevenir el envejecimiento celular. Sin embargo, su potencial va mucho más allá.